CAMBIO DE RÉGIMEN
Este fin de semana, dos países clave de América Latina nos recordaron la importancia de la rendición de cuentas y la legitimidad de la exigencia de la misma por parte de la ciudadanía.
En Argentina, millones de ciudadanos acudieron a las urnas para expresar su disgusto con el actual gobierno, logrando posicionar a sus candidatos de tal forma que fuese innecesaria la segunda vuelta; Cristina Fernández regresa. El cambio de gobierno se dará mediante el marco institucional democrático – las elecciones.
En Chile el Presidente Sebastián Piñera, aseguró que la protesta masiva del 25 de octubre en la cual se movilizaron también millones de personas, fue un llamado al cambio que su gobierno escuchó. Hoy el gabinete es otro, así como también se han anunciado cambios a distintos programas sociales.
Una similitud alentadora es la alta participación ciudadana en los procesos definitorios de sus democracias. En Argentina, el Gobierno del Presidente Macri fue rechazado como una opción de continuidad indeseable, mientras que en Chile la ciudadanía salió a exigir la rendición de cuentas de su mandatario en funciones.
La diferencia, por supuesto, es que en Chile no existe una claridad hacia lo que sigue, mientras que en Argentina se continuará desenvolviendo un proceso bien definido, tradicional.
En México, el cambio se dio también mediante un proceso electoral, que logró posicionar a un Gobierno capaz de canalizar el sentir popular, pero la tarea está lejos de completarse. Las elecciones no son batallas, son procesos de contrastes ideológicos, son la búsqueda por un proyecto común. Lo que les sigue es el trabajo diario, la cotidianidad que no por mundana puede menospreciarse.
Chile y Argentina nos recuerdan que la ciudadanía recurrirá a las medidas a su alcance para construir el país que desean, que no esperaran más para exigir la consecución de sus derechos o de sus ideales.
La población se hará escuchar en las calles o en las urnas y quien se rehúse a oír, acabará silenciado.