CAMBIO DE RÉGIMEN
El lunes 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional a favor de la Eliminación de la Violencia de Género, día de reconocimiento a una realidad que enfrentan millones de mujeres, pero también, de acción al respecto. La Organización de las Naciones Unidas, lanzó la campaña “Únete”, la cual consiste en 16 días de acción a favor de la causa, los cuales culminarán el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. Es una buena manera de recordar que los derechos de las mujeres son derechos humanos, por más reiterativo que parezca.
Trabajar a favor de la igualdad de género y de eliminar las brechas y los obstáculos que se anteponen a esta, supone un trabajo continuo e ininterrumpido. El 25 de noviembre, fue un día seleccionado por la ONU por coincidir con el cobarde asesinato de las hermanas Mirabal en la República Dominicana. Tres de las cuatro hermanas fueron acribilladas a petición del dictador Rafael Trujillo en 1960, ejemplificando el altísimo costo que muchísimas mujeres han pagado por saberse libres, por trabajar en pro de sus patrias y por dar la cara ante la desigualdad, el abuso y la tiranía.
Eliminar la violencia contra las mujeres no es un tema que deba entenderse de una manera tan simplista: erradicarla supone un cambio total a nuestro marco cultural y nuestra forma de entender el mundo. Representaría un impulso impresionante a la economía, transformaría las relaciones de pareja y entre individuos, cambiaría nuestra idea de las responsabilidades familiares, le daría otra cara a la política y representaría una verdadera base de igualdad sobre la cual partir. No es solamente la violencia física, ni la violencia mortal a la que nos estamos enfrentado. Es un sistema social y político que atenta contra la dignidad de las mujeres y que por ende, limita el potencial humano en todas sus posibilidades.
El 25 de noviembre es un día del año que sirve para recordarnos que hay mucho trabajo por hacer los otros 364.