Las empresas transportistas enfrentarán aumento de costos y combustible de mala calidad en su transición hacia vehículos más “limpios”, afirmó José Alfredo Cárdenas, vicepresidente de Transportes Innovativos.
En abril, la Semarnat eliminó la prórroga de expedición de permisos adicionales para producir e importar vehículos pesados con motores que utilizan tecnologías Euro V y EPA 07, lo que impulsaría la transición a vehículos con tecnologías más limpias como la Euro 6 y EPA 10.
“Hay una serie de costos que se incrementan y que se suman a otros problemas que enfrentamos, como el tema de la inseguridad en carreteras, de regulación, la escasez de conductores”, dijo.
Por ejemplo, los permisionarios del transporte de carga terrestre prevén que el mantenimiento de las unidades con motores Euro 6 y EPA 10 será alrededor de 10 por ciento más caro.
Tales unidades son entre 8 y 10 por ciento más caras que un camión tradicional.
Pero para el año entrante, ya con un ajuste de inflacionario, serán entre 13 y 16 por ciento más costosas.
Además, el combustible DUBA que hay en México no tiene el nivel de calidad requerido para ese tipo de motorizaciones y tampoco hay suficiente abasto de él para resolver las necesidades del autotransporte.
“Esto nos quita flexibilidad para operar porque solo podemos cargar este tipo de combustible con proveedores seguros, con los cuales hemos analizado que sí pasan la prueba de calidad requerida”, detalló Cárdenas.
Por ello, consideró necesario que el Gobierno implemente controles para garantizar la calidad de este tipo de combustible, dado que si se les pone un combustible de mala calidad a las unidades con los motores con tecnología más limpia se pueden descomponer y las reparaciones son más caras.
“Las unidades más limpias traen un beneficio al medio ambiente, y hay que reconocer que además tienen un 5 y 6 por ciento de incremento en el rendimiento del combustible.
También se incluirán proyectos en firme.
Hasta el momento se tienen mapeados 15 proyectos de pequeña, mediana y gran escala.
“Lo importante (en el documento) es que tienen ubicación geográfica, la inversión programada, qué va a producir, si hidrógeno, metanol, amoniaco, y otra quién lo anuncia”, destacó.
Los dos proyectos más importantes son el de Sinaloa, anunciado por el embajador Ken Salazar, y el que dio a conocer el Presidente Andrés Manuel López Obrador en Oaxaca, cuya inversión estimada es de 10 mil millones de dólares.
Desde su perspectiva, el tema de los trámites para instalar un proyecto no debería convertirse en obstáculo, pues al no estar interconectados a la red eléctrica es necesario cumplir con normas técnicas, pero no se requieren permisos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) o del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
Actualmente, dijo, México produce hidrógeno, pero no verde, y está homologado como gas industrial con la regulación de Estados Unidos y Canadá.
Sin embargo, consideró necesario adecuar las normas a los nuevos proyectos que se desarrollen, aunque ello dependerá de la naturaleza de cada proyecto.