Los habitantes de la hoy Delegación del Municipio de Querétaro iniciaron hace 48 años la lucha a favor de que se restablezca la categoría política de municipalidad, que tuvo en el periodo 1820-1916 y en 1931. El tema cobra fuerza hoy luego de que en la pasada campaña electoral los candidatos de Morena ofrecieron a los santarrosenses promover la respectiva Iniciativa de Ley que reforme la Constitución del Estado y crear el Municipio de Santa Rosa, que, por su potencial, sería el ¡QUINTO! de nuestra entidad
Antecedentes histórico
Los trabajos de investigación realizados durante las últimas décadas por los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia, han permitido conocer que la región que ocupa la Delegación Municipal de Santa Rosa Jáuregui estuvo habitada desde antes de que llegaran los españoles. En el cerro de Pie de Gallo se han hallado vestigios arqueológicos correspondientes a la cultura que floreció en Teotihuacan durante el periodo Clásico, entre los años 200 y 600 después de Cristo.
Tras la caída de la gran Tenochtitlan en 1521, mediante las mercedes reales que les otorgó la Corona, progresivamente los conquistadores españoles se adueñaron de las tierras que eran propiedad de los pueblos que habitaban el amplio territorio de Mesoamérica, para dedicarlas al cultivo de granos y la cría de ganado. Al poco tiempo, sobre el llamado Camino Real de Tierra Adentro que salía de la ciudad de México y llegaba a Zacatecas, en esta zona surgieron las haciendas de Juriquilla, La Solana, Montenegro, Santa Catarina, Jofre y Buenavista, las cuales florecieron durante los siglos XVIII y XIX.
En terrenos de la finca de Juriquilla se fundó el 13 de marzo de 1753 el pueblo de Santa Rosa, cuando los franciscanos compran el terreno donde edificaron la parroquia auxiliar de la ciudad de Querétaro, para proporcionar los servicios religiosos a los habitantes de las comunidades de la región y, en particular, de las rancherías que surgieron alrededor de las haciendas. Doce familias fueron las fundadoras y se ubicaron alrededor del templo, que en 1808 se convirtió en Parroquia dedicada a Santa Rosa de Lima. Pronto el pueblo creció y el 22 de octubre de 1820, al restaurar el Imperio ibérico la Constitución Política de la Monarquía Española, Santa Rosa eligió su primer Ayuntamiento, como el resto de los pueblos de la Provincia de Querétaro.
En el México independiente se instaura la República federal, que crea en 1825 el Estado de Querétaro; ese mismo año, el Congreso Constituyente aprueba la primera Constitución Política, que dividió el territorio estatal en seis distritos: el de Querétaro lo formaban las municipalidades de la capital, San Francisco Galileo, San Pedro de la Cañada y Santa Rosa. Así fue como nació a la vida institucional la municipalidad de Santa Rosa. Dicha categoría política la mantuvo el resto del siglo XIX, pues le fue reconocida en las posteriores constituciones locales de 1833 y 1868, que mantuvieron la misma división territorial de la entidad en seis distritos.
Años después, al nombre original del pueblo de Santa Rosa se agregó el apellido Jáuregui. En 1864, los vecinos solicitaron al emperador Maximiliano de Habsburgo dotara al pueblo del fundo legal; su petición no fue atendida y luego se dirigieron a la Legislatura del Estado, sin ningún resultado. Por lo que en 1871 pidieron a Timoteo Fernández de Jáuregui Pastor, propietario de la hacienda de Juriquilla, les vendiera las tierras donde habían construido sus casas desde que se había fundado el pueblo. En marzo de ese año, decidió el hacendado hacer la donación del fundo legal, por lo que el Ayuntamiento de Santa Rosa, como agradecimiento, autorizó se agregara al nombre original del pueblo parte del apellido de su benefactor.
Luego de tener en su poder las tierras del fundo legal, los vecinos del pueblo de Santa Rosa Jáuregui solicitaron en 1916 al presidente Venustiano Carranza la restitución del ejido, al considerar que tenían derecho a ello por tener títulos primordiales. No procedió la restitución y entonces los vecinos pidieron la dotación, la cual recibieron el 14 de febrero de 1918, con tierras pertenecientes a las haciendas de Juriquilla, La Solana y Montenegro. Así inició una época de prosperidad, con cientos de familias dedicadas a las labores agrícolas. Ello se reflejó durante las siguientes décadas en el aumento de la actividad comercial y la dotación de los servicios básicos al pueblo. Pero al no ser Municipio Libre, frenó el desarrollo integral de nuestro territorio.
Santa Rosa perdió el rango de municipalidad en 1916, cuando aplicó el gobernador Federico Montes Alanís en el estado de Querétaro la Ley del Municipio Libre, que promulgó un año antes Venustiano Carranza. Ello causó la desaparición de las municipalidades y entonces Santa Rosa se convirtió en Delegación del Municipio de Querétaro. Con las posteriores reformas a la Constitución, todas las antiguas municipalidades se erigieron en municipios libres, excepto Santa Rosa.
El 15 de noviembre de 1928, el Congreso del Estado expidió el Decreto Número 42, el cual contiene dos artículos: 1°.- La Villa de El Pueblito de la Municipalidad de Querétaro se llamará Villa de la Corregidora. 2°.- El Pueblo de Santa Rosa Jáuregui de la Municipalidad de Querétaro, se denominará Epigmenio González. En este último caso, tal denominación prevaleció menos de un año, ya que recobró su nombre original el 1 de octubre de1929, merced al Decreto Número 5 expedido por la Legislatura local que derogó el artículo 2º del decreto número 42: “En tal virtud el pueblo de Epigmenio González se llamará en lo sucesivo Delegación de Santa Rosa Jáuregui”.
El Congreso local promulgó el 28 de mayo de 1931 la Ley No. 51, que reformó el artículo 2º de la Constitución. Así, la Delegación de Corregidora recobró su categoría política y junto con El Marqués, Tequisquiapan y Santa Rosa, integró las once municipalidades que formaron el territorio estatal. En diciembre, Corregidora, El Marqués, Tequisquiapan y Santa Rosa, pierden de nuevo su rango de municipalidad con el proyecto de ley sin número que libró la Legislatura; en su artículo 1º derogó la Ley Número 51 que la suprimió y reformó el artículo 2º que dividió el territorio estatal en ocho demarcaciones.
La lucha por el Municipio
Inició en 1976 cuando se formó la Asociación de Habitantes y Amigos de Santa Rosa Jáuregui, A. C., integrada en su mayoría por jóvenes, con el apoyo del empresario y político Benjamín Rodea Castillo -vinculado al PRI-, tras ocupar la Delegación Municipal de Santa Rosa Jáuregui. El Gobierno del Estado no le dio mayor atención a la solicitud y la desechó, bajo el argumento de que si la Delegación Municipal de Santa Rosa Jáuregui se convertía en Municipio, el PRI no volvería a ganar la Presidencia Municipal de Querétaro.
Luego, en 1990 un grupo de vecinos identificados al Partido Acción Nacional, encabezados por Juan Muñoz Balderas, formaron el Comité Pro Municipio de Santa Rosa de Lima. En un documento dirigido al gobernador y a la Legislatura del Estado, comentan que “elevar a nuestra Delegación al rango de Municipio es el primer paso para poder participar activamente en la solución de los problemas que a nuestra región aquejan”; añaden: “Contamos con medios y población suficientes para enfrentar como Municipio el reto de avanzar, hacerlo así es reflejo de la modernización, pues es un requerimiento administrativo que se hace evidente”. La respuesta oficial fue un no rotundo.
En 1993, el Ayuntamiento del Municipio de Querétaro, presidido por Alfonso Ballesteros Negrete, acordó en cabildo realizar una nueva división territorial para la estructura interna del municipio; amplió de seis a diez las delegaciones municipales y, en el caso de Santa Rosa Jáuregui, la dividía en dos para crear la Delegación de Buenavista. El acuerdo se publicó el 6 de octubre de ese año, pero nunca entró en vigor, dada la inmediata oposición de la ciudadanía de Santa Rosa Jáuregui, pues su opinión no se tomó en cuenta. El descontento social provocó el rechazo generalizado del acuerdo, a grado tal que se formó el Frente Cívico de Santa Rosa Jáuregui; su liderazgo estuvo a cargo de un grupo colegiado, donde destacó Gerardo Vargas Pérez.
Además del rechazo total a la pretendida división del territorio histórico de la Delegación Municipal, que se juzgó como antisocial, el FCSRJ exigió al gobierno estatal restituyera la categoría política de Municipio Libre del Estado de Querétaro. Para ello, el 20 de octubre de 1993 organizó una movilización ciudadana, genuina, auténtica, sin vínculo con ningún partido político, llamada Marcha de la Dignidad. Miles de hombres, mujeres y jóvenes de todas las clases sociales caminaron de Santa Rosa Jáuregui a la ciudad de Querétaro, para plantear su exigencia al gobierno estatal. Este movimiento sin precedente en la historia local, representó el despertar de la conciencia ciudadana.
El levantamiento se realizó con madurez y civilidad, lo que llamó la atención de la opinión pública y los medios de comunicación, que le dieron amplia cobertura. Este levantamiento social no buscó más que reivindicar un derecho que le asiste al pueblo de Santa Rosa, desde que hace 204 años se convirtió en municipalidad al elegir a su primer Ayuntamiento constitucional. La lucha fue en defensa de su dignidad: evitar que su territorio se dividiera, porque están en él su historia, identidad, cultura, costumbres y tradiciones.
Ante el crecimiento de la demanda social, el gobierno estatal puso entonces en marcha la operación política para desgastar el movimiento y desactivarlo. Tras varias reuniones en la Secretaría de Gobierno, lo único que obtuvo el FCSRJ es que al año siguiente la Universidad Autónoma de Querétaro, a través de la Facultad de Sociología bajo la dirección del Dr. Carlos Dorantes González, realizara un estudio sobre la factibilidad de crear el Municipio de Santa Rosa, el cual resultó positivo.
En 1998 se creó la agrupación Ciudadanos Unidos Pro-Municipio de Santa Rosa Jáuregui, encabezada por Gustavo Garfias Vargas, Francisco Olguín Aguilar y Jonás Vargas Pérez. Básicamente, su intervención consistió en apoyar la Iniciativa de reforma constitucional para crear el Municipio de Santa Rosa Jáuregui, que a fines de 1997 presentó el grupo parlamentario del PRI. Pero la participación de Ciudadanos Unidos y sus simpatizantes resultó infructuosa, pues la iniciativa se votó en contra por parte de los diputados del PAN y sus aliados.