Tras una breve pausa poselectoral, Venezuela ha reanudado su actividad económica sin grandes alteraciones a pesar de la actual coyuntura -marcada por protestas y cuestionamientos por el anunciado triunfo de Nicolás Maduro y acusaciones de fraude-, aunque con incertidumbre con respecto a la economía y el riesgo de un “mayor” aislamiento internacional, según expertos.
En las primeras dos semanas luego de los comicios del 28 de julio, el bolívar -la moneda local- perdió apenas un 0,06 % de su valor frente al dólar, cuyo precio pasó de 36,60 bolívares a 36,66, de acuerdo con el Banco Central (BCV).
Se trata de un porcentaje bajo si, además, se compara con la devaluación de los primeros 14 días tras las presidenciales de 2018, cuando el bolívar cayó un 12,5 % frente a la divisa estadounidense, según cifras del BCV, aunque entonces se usaba como referencia el mercado paralelo, donde se devaluó un 46,26 %.
Entretanto, la inflación en el país -en la que incide el precio del dólar-, que cerró el mes pasado en 0,7 %, como informó el ente emisor, se desaceleró la primera semana después de las elecciones, de acuerdo con cálculos independientes.
Por “experiencia propia”
El exministro de Economía y diputado oficialista Ramón Lobo dijo a EFE que el país, tras haber vivido otras experiencias de desconocimiento de resultados electorales, protestas y aislamiento internacional, ya sabe “cómo trajinar ese mar escabroso” y enfrentar este tipo de coyuntura.
Gracias a lo aprendido “por experiencia propia”, prosiguió, “se ha mantenido estable” la tasa de cambio, pese a ser -explicó- una de las variables más vulnerables ante cualquier inestabilidad.
“Ralentización del consumo” en la economía de Venezuela
El también expresidente del BCV espera que el país supere este episodio electoral y continúe en la senda de recuperación que transita “a partir del tercer trimestre del año 2021”, a pesar del “esquema de las sanciones” estadounidenses, puesto que sin ellas -aseguró- ese proceso “fuese mucho más rápido”.
En contraste, la firma Ecoanalítica explica que la estabilidad de precios se debe a la “ralentización del consumo” tras los comicios, que prevé “se vaya recuperando gradualmente”.