Por primera vez en la serie histórica, el saldo de las reservas internacionales del Banco de México (Banxico) superó los 230 mil millones de dólares, debido principalmente al cambio en la valuación de los activos internacionales del organismo central.
En la semana que terminó el 24 de enero, Banxico reportó un aumento en la reserva internacional por 749 millones de dólares, con lo que su saldo al cierre de la semana ascendió a 230 mil 254 millones.
El incremento semanal en la reserva internacional fue resultado de la venta de dólares del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo (FMPED) a Banxico por 148 millones de dólares, así como por el incremento de 601 millones debido principalmente al cambio en la valuación de los activos internacionales del banco.
Respecto al cierre de 2024, el saldo de las reservas internacionales muestra un crecimiento acumulado de mil 264 millones de dólares, o de 0.64 por ciento. Cabe mencionar que en el año pasado las reservas lograron un crecimiento anual de 7.53 por ciento, con lo que acumuló dos años con balance positivo.
Pese al incremento del saldo semanal en dólares, en su variación nominal el resultado de las reservas internacionales fue una disminución de 97 mil 893 millones de pesos reflejando el efecto de una menor valuación como resultado de la apreciación cambiaria del peso mexicano frente a las distintas divisas que integran a las reservas: en su mayoría dólares y con una menor participación el euro, renminbi chino, yen japonés y libra esterlina.
De esta forma, el saldo nominal de las reservas con corte al 24 de enero fue de 4 billones 656 mil 997 millones de pesos, cifra equivalente al 50.06 por ciento del gasto neto total del Gobierno contemplado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2025.
Las reservas internacionales son activos en moneda extranjera y en metales preciosos monetarios que compra un banco central y que conserva para ser utilizadas cuando la economía lo requiera, por ejemplo, pueden ser empleadas para atenuar volatilidades excesivas del tipo de cambio y asegurar el adecuado funcionamiento del mercado cambiario.