Camilo Barrios Cabral, presidente de la Federación de Productores de la Masa y la Tortilla en Querétaro, señaló que el consumo de la tortilla ha bajado en la población debido a la pérdida de costumbres, por recomendaciones nutricionales o porque la gente ha maximizado el rendimiento del alimento mexicano.
Detalló en entrevista que la costumbre en los restaurantes era ofrecer tortillas en las comidas; sin embargo, esto ha cambiado, pues ahora ya no se llevan a la mesa a menos que los comensales lo soliciten. Además, cuando se trata de regímenes alimenticios para bajar de peso, se suele limitar el consumo de tortillas. “El consumo per capita de cada ciudadano ha bajado”, aseguró.
“Vamos a hablar de que ese cliente compraba 1 kilo todos los días. Ahora, a lo mejor llega y te dice: ‘dame 18 pesos; dame tres cuartos; 800 gramos o dame medio kilo’. Ahora pasa algo que antes no sucedía: antes las tortillas que te sobraban, las tirabas a la basura. Y ahora no. Ahora ya es muy eficiente el consumo de la tortilla. Las poquitas que te sobran, las haces totopos, las haces tostadas. Ya aprovechas todo”, sostuvo.
Asimismo, mencionó que los productores de tortilla se han visto afectados debido a los precios por debajo de la media en los supermercados. Explicó que, en Querétaro, el kilo está en aproximadamente 16 pesos; sin embargo, en algunos establecimientos se encuentra en 13.
“Sabemos que es un producto gancho para los supermercados, porque no vas exclusivamente por la tortilla. Ya te llevas el cereal, la leche y demás, y ya sales con un una compra de 500 pesos en donde te cargaron el precio de la tortilla (…) sigue afectando esto a los productores de tortilla porque, al final de cuentas, es un cliente que que no vas a tener en tu negocio”, comentó.
Aunque también apuntó que las variaciones en los precios, al final, dependerán de la producción de cada negocio. “Cada quien maneja su negocio y su producción diferente. Hay quien te puede comprar 50 toneladas de maíz, y el maíz lo compra 100, 200 pesos más barato; eso significa en sus costos de producción. Hay quien va todos los días al mercado, a comprar su bultito para seguir trabajando; a ese, lógicamente su costo de producción aumenta”, profundizó.