SERGIO A. VENEGAS ALARCÓN
FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ
MARIO CARRANZA
Diego Glazer, autor del mural inaugurado la semana pasada en el Palacio de Justicia de Querétaro, radica en Denver, Estados Unidos y allá aprende bajo la tutela de Daniel Sprick, su mentor, pero tiene las raíces aquí donde a los siete años descubrió la pintura, su motivo de vida. Eso cuenta a los reporteros de PLAZA DE ARMAS en Loma Dorada, con una vista espléndida del Acueducto, las iglesias y hasta el Cerro de las Campanas.
En la casa materna el pintor de Una conversación difícil ofrece una entrevista agradable y rica, en la que habla no solamente del arte y de lo que le gusta de esta ciudad que está fuertísima en lo cultural, sino también de la inteligencia artificial, a la que renuncia en su trabajo y pide no espantarse con el gobierno de Estados Unidos, porque el mundo ya sobrevivió una vez a Donald Trump.
A sus 33 años, vestido en ropa deportiva, el barbado y rubio Diego Glazer confiesa no tener más pasión que la pintura. “Voy a mi estudio, pinto, me regreso, veo una película y me duermo. Esa es mi vida entera y abrazo a mi gato. Así que yo dejo que los demás se aloquen con la política y se paniqueen y yo mientras tanto nada más estoy aquí pintando”.
AQUÍ NACIÓ COMO PINTOR
Plaza de Armas: Diego, muchas gracias por recibirnos. ¿En qué momento nace el pintor, Diego?, ¿en qué momento supiste que eso era lo tuyo?
Diego Glazer: Pues yo desde que tengo memoria dibujaba todo el día en la escuela y en las clases de arte de la escuela, pues era mi clase favorita. Y alrededor de los siete años, mi mamá me inscribió en unas clases de óleo en el centro y me compró unos óleos.
PDA: ¿En dónde?
GLAZER: Yo nací en Estados Unidos y desde los tres años vivo aquí en Querétaro. Bueno, vivía. Ahora vivo en Estados Unidos otra vez. Y ya creciendo aquí en Querétaro, pues mi mamá a los 7 años me metió a esas clases de óleo en el Centro.
PDA: ¿En Bellas Artes?
GLAZER: No, era con el maestro Baca. Ese era su apellido. Lo que enseñaba era muy como Bob Ross, como muy formulaico, de que “aquí están unos claveles, cópialos, aquí está este paisaje, lo vas a copiar tal cual y vas a poner las montañitas en el fondo con la nieve y luego los pinos con el pincel de abanico”, ya sabes, muy básico, y para mí que tenía siete años, pues estuvo súper bien como una introducción para el óleo, y bueno, no duré tanto en esa clase, pero sí crecí con los óleos en mi casa, y ahí me ponía a experimentar y me ponía a pintar animales y piratas y criaturas fantásticas. Y eventualmente, cuando tenía 16 años, vendí mi primer cuadro, y eso fue lo que solidificó mi visión de la pintura como una potencial carrera, no nada más un hobby, sino algo de lo que podría vivir tal vez, y ahí es cuando me decidí alrededor de los 16 años.
EL MURAL DE LA JUSTICIA
PDA: Y tu conexión con Querétaro se ve que es profunda, incluso el hecho de que has pintado ahora el mural del nuevo Palacio de Justicia, bueno, pues ya te ubica aquí para siempre en la historia local.
GLAZER: Sí, es correcto.
PDA: ¿Qué significó para ti este mural de la justicia?
GLAZER: Pues para mí significó una oportunidad de crear una alegoría, una representación visual de algo que más bien es un concepto filosófico, y pues sí, representar a la justicia en carne y hueso, con una expresión facial específica, con una postura corporal. Y bueno, ponerla en un contexto de un Querétaro poetizado.
PDA: Sí. ¿Esta mujer que representa la justicia existe realmente o tú la imaginaste?
GLAZER: Ella es una representación de la diosa Temis de la antigua Grecia.
PDA: La modelo.
GLAZER: La modelo sí existe. Es una amiga mía que también es pintora en Estados Unidos y no es una copia tal cual, de ella, sino que está reinterpretada para intentar ponerla en un plano más etéreo que terrenal o ambiguo entre etéreo y terrenal.
PDA: Y tu relación con tu mentor¿cómo se da?
DANIEL SPRICK, SU MENTOR
GLAZER: Sí, Daniel Sprick es un pintor originario de Colorado, y es considerado por mí y por muchos otros, de los mejores pintores figurativos del mundo, yo desde antes de mudarme a Denver, ya sabía que él vivía ahí y me propuse la misión de conocerlo, porque él por muchos años ha sido de mis pintores favoritos, pero también es un poco misterioso. O sea, no comparte mucho en internet, no es muy común ver su obra en galerías fuera de Denver, y pues no había tantas entrevistas o tanto trasfondo de él en línea. Así que siempre me pareció muy increíble y misterioso su trabajo. Y eventualmente, a través de una vendedora de arte tuve oportunidad de conocerlo. Él tiene un grupo todos los miércoles donde pintamos modelo al desnudo, con un grupo bastante grande, alrededor de 30 personas. Me dijo, ¿por qué no te vienes un miércoles y nos conocemos y pintas con nosotros? Entonces fui y casi inmediatamente nos reconocimos como dos personas que hablan el mismo lenguaje y con gustos parecidos. Así que poco a poco me fue tomando bajo su tutela y bajo su ala. Y con cuatro amigos rentamos un estudio que está al ladito del suyo, y entonces él nos mentorea todo el tiempo. A cada rato salimos a pintar paisaje con él. Hasta nos hemos ido a Roma todos juntos con el mentor durante dos semanas a un viaje de puro pintar paisaje, y se ha vuelto un mentor no solo de pintura, sino de vida también. Es como una figura paterna para todos nosotros. Él tiene 72 años, estoy seguro de que él sabe que es un pintor increíble, pero actúa con total humildad, y sí, eso sí me hace muy padre.
PDA: ¿Y otros pintores que, vivos o muertos, que te hayan motivado, inspirado?, tus pintores favoritos, muertos o vivos.
GLAZER: Uno de los primeros que se me ocurre es Jean-Léon Gérôme, que es considerado uno de los mayores exponentes del orientalismo. Y el orientalismo, para los que no sepan, eran estos pintores europeos del siglo XIX, grandes maestros de la pintura, que se iban a tierras lejanas como Marruecos, Túnez, Egipto, donde habían escenas extremadamente exóticas para los europeos como camellos y gente en túnicas y turbantes y mezquitas increíbles, colores por todas partes, y estos pintores iban y pintaban estas increíbles escenas y las regresaban a Europa, para que los europeos se deleitaran con estas escenas tan exóticas y Jean-Léon Gérôme lo hacía con una perfección impresionante. Una de las cosas que me gusta de él es que es difícil considerarlo un especialista en algún tipo de pintura porque literalmente lo podía hacer todo con una facilidad increíble. Otro que me gusta mucho es Frederic Edwin Church era un pintor estadounidense de la escuela del Río Hudson, también conocidos como los luministas. Su meta era tomar la naturaleza y engrandecerla y enaltecerla y dramatizarla lo más posible. Entonces ves estas escenas que pintaban de atardeceres súper exquisitos y exagerados y viajaban ellos también a tierras exóticas, pero dentro de las Américas. Entonces, Frederic Edwin Church tiene una serie de icebergs porque se fue al polo norte y se puso a pintar los pedazotes de hielo en el mar con todos los efectos de luz que suceden, también se fue hasta Ecuador a pintar paisajes tropicales con volcanes eructando en el fondo. Una verdadera chulada. Esos son dos de los que más recuerdo..
PDA: ¿Y conoces a los pintores queretanos?
GLAZER: Sí, sí, cómo no.
PDA: Nacidos o no, pero que tengan vínculos con Querétaro. ¿Tienes alguna relación con alguno de ellos?
RAMSÉS, GARRIDO Y CHÁVEZ
GLAZER: Sí, con muchos. Ramsés de la Cruz fue de mis primeros maestros de pintura. Le tengo una admiración total porque él es un artista completamente inusual, él no se limita con los medios estándares que usamos los artistas, como el óleo o el barro, lo que sea, él mezcla un poco de todo. Incluye espejos en su obra, incluye escultura mezclada con pintura. Es completamente único Ramsés. Fernando Garrido me fascina. También me parece súper rica su aplicación de pintura, su paleta de color. A mí lo que me encanta es la inventividad porque está muy padre que la naturaleza y la realidad nos de sugerencias, pero como artistas yo pienso que lo más divertido y lo más padre es procesarlas a través de nuestra percepción y sacar una obra de arte que no necesariamente se apega a la realidad y Fernando Garrido me encanta porque no se limita, él es extremadamente surreal, pero muy asertivo. Ignacio de Jesús Chávez es de mis favoritos, él también es un pintor experto al óleo, pero al igual que Ramsés de la Cruz, no teme experimentar en otros medios tridimensionales, inclusive con tecnología. A Ignacio de Jesús le tengo muchísima admiración, bueno, Ignacio tiene un atelier de pintura donde se enseña las técnicas de los antiguos maestros, y en ese atelier ha fomentado un montón de alumnos talentosísimos, como Daniel, Yumba, Monserrat Moreno. Hay muchos pintores jóvenes que están saliendo ahí muy prometedores.
PDA: ¿Y cuál es tu objetivo y tu meta en la vida?
GLAZER: Mi meta en la vida es poder vivir bien como pintor, poder vivir bien de lo que me encanta hacer y poder tomarme mi tiempo haciendo mis creaciones. Me gustaría llegar al punto donde no tenga la presión de tener que pagar renta, pagar esto, pagar el otro. Estar en una posición donde pueda tomarme el tiempo necesario para desarrollar una obra maestra, si es que a eso llego en algún momento. Y también estar en una posición donde pueda viajar por todo el mundo, pintando paisaje, conociendo culturas y enriqueciendo mi visión, todo en favor de hacer las pinturas más increíbles que pueda hacer.
PDA: ¿Cuál es en este momento de tu obra, tu pieza o realización favorita?
UNA CONVERSACIÓN DIFÍCIL
GLAZER: Yo creo que mi favorita debe ser una pieza reciente que pinté que se llama Una conversación difícil. Es un doble retrato de dos señores en Roma que me topé en un café, y ellos no tienen ni idea de que los pinté. O sea, estaban ahí sentados, uno de ellos tenía una cara, ¿cómo describirlo?, muy atormentado, o sea, el ceño completamente arrugado y viendo a la distancia, y otro señor al lado de él, su lenguaje corporal era como que le estaba implorando algo, tratándolo de convencer de algo, y ese señor era calvo y con una barba, tenía un aspecto como de un antiguo busto romano casi, y me dio pena tomarles fotos directamente entonces lo que hice fue actuar como que estaba tomando un vídeo de mis alrededores y estaba sacando un montón de fotos sin que se enteraran, y bueno se llama Una conversación difícil, porque no sé yo no sé de qué estaban hablando, pero se ve que era una conversación turbulenta, una conversación con fricción, yo no quiero necesariamente sugestionar al espectador de cuál exactamente es la narrativa, entonces lo titulé Una conversación difícil porque así el espectador se puede imaginar de qué podrían haber estado platicando. He escuchado toda clase de interpretaciones de ese cuadro, de qué es de lo que podrían estar platicando. Y bueno, a la hora que les tomé la foto no, no era muy bonito el fondo que tenían, era un estacionamiento. Entonces tomé un fondo romano bastante más clásico y estético y los junté para hacer una composición bastante deliberada. Y es un cuadro que me parece que es de mis obras más impactantes y narrativas.
PDA: Y el público, ¿en dónde puede tener acceso, incluso si hay galerías que te estén exhibiendo y ofreciendo a los interesados en la pintura?
GLAZER: Pues justamente ayer acabo de firmar con la única galería en Querétaro que me representa, que es la Galería Juan Carlos. Actualmente tengo una pieza ahí, porque apenas acabamos de empezar a trabajar. En la Galería Aldama, en la Ciudad de México, pueden encontrar obra mía, y esos son los únicos dos lugares.
PDA: Y de Querétaro en particular, ¿qué es lo que a ti te gusta, lo que te atrae, lo que disfrutas?
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FUERTÍSIMOS EN CULTURA, AQUÍ
GLAZER: Pues me gusta la vibra muy provinciana de Querétaro, que es tranquila la cosa. Si vas a ciertas áreas, por ejemplo, donde vivo en Loma Dorada, y salgo a caminar, siento una tranquilidad total. Querétaro tiene de los mejores atardeceres del mundo, es conocido por eso. Y me gusta, ya se está convirtiendo en una gran ciudad, pero si vas a ciertas partes de la ciudad no se siente de esa forma realmente. Y me fascina el centro, me fascina la comunidad artística de aquí, siento que hay muchísimo potencial que se está desarrollando. Y vamos fuertísimos con la cultura aquí en Querétaro, en mi opinión. Y bueno, yo aquí crecí toda la vida, así que lo considero mi hogar, y mis amigos de aquí son los que considero mis amigos de toda la vida. Así que eso es algo que me hace sentir como que este es mi hogar.
PDA: ¿Y cómo combinas el skateboarding con esto que te apasiona y que te gusta, con algo tan delicado o sutil como lo puede ser la pintura, incluso cuestiones de tatuaje, son mundos muy impares?
GLAZER: Sí, pero hay algunos paralelos que yo creo que se pueden sacar. Por ejemplo, el skate se trata de la determinación total, de no rendirte, porque te vas a lastimar tratándolo de hacer, es un hecho, no es de que a ver si te lastimas o no, te vas a caer y te vas a lastimar y no vas a lograr aprender un truco a menos de que superes todos esos golpes, y en la pintura no son golpes físicos, pero para hacer una gran pintura terminada, se requieren a veces muchos intentos, intentar esto y el otro, a lo mejor esto no funcionó, bueno lo voy a tapar y voy a empezar de nuevo, este requiere los pantalones, de seguir dándole talacha sin miedo a que no vaya a resultar. Suena un poco raro decirlo, porque si no te sale una pintura no pasa nada, pero hay cuestiones mentales y psicológicas que, si no lo logras te puede causar disturbios que no te dejan en paz, igual que con la patineta. Hay ciertos trucos que nunca caí y hasta la fecha me retuerzo en la noche pensando.
PDA: Yo quisiera saber para ti qué papel juega hoy en día el arte, sobre todo la pintura realista, en tiempos donde no solo hay cámaras buenísimas, sino herramientas como la inteligencia artificial que en unos segundos te sacan cualquier tipo de imagen.
NO A LA IA EN LA PINTURA
GLAZER: Sí, yo siento que la pintura realista y la fotografía en realidad tienen muy poco que ver. Un pintor realista clásico, como yo no está tratando de pintar algo que se vea como una foto. Estamos tomando sugerencias o de la realidad o de una foto y rediseñándolas con una estética que es única para cada artista, dependiendo de las influencias que hemos tenido, los gustos, la forma de tus manos y de tus dedos, cómo se mueven. Cada uno tiene una forma diferente de diseñar y de percibir la realidad. Por ejemplo, si ves la Capilla Sixtina, pues es obra representativa, se podría decir que realista hasta cierto punto, pero no parece foto ni parece tener la intención de competir con la fotografía. Es una cosa muy humana, es hecha a mano, y se trata mucho más de diseñar que de copiar, en mi opinión. Y en cuanto a la inteligencia artificial, sí, no puedo negar que la inteligencia artificial tiene muy buen gusto y saca cosas increíbles, pero precisamente siento que va a cumplir ciertos propósitos, pero por esto de la inteligencia artificial siento que está renaciendo esto de querer fomentar y valorar el contacto y la fabricación humana de las cosas. Así que seguramente para ciertas situaciones las personas van a gravitar a la inteligencia artificial, pero para situaciones donde estamos buscando contacto humano y pues sí, algo que hizo una persona, yo creo que se va a valorar cada vez más y más lo que hacemos los pintores clásicos.
PDA: Sí, que de alguna forma la inteligencia artificial, bueno, pues es una creación humana, pero no va a poder superar, digamos que, al trabajo humano directo, ¿no?
GLAZER: Sí, o sea, en algunos sentidos sí lo puede superar, pero en el sentido de ser algo que hizo un humano, algo a lo que realmente nos podamos relacionar de forma primordial, eso nunca lo va a superar en mi opinión.
PDA: ¿Faltará la emoción o la inspiración?
GLAZER: La mano. La mano, el material, el material físico, el movimiento físico, porque sí, o sea, no te voy a negar, o sea, he visto cosas de inteligencia artificial que se ven inspiradísimas y hasta a mí me inspiran, y tiene mejor gusto que yo y mejor gusto que muchísimos artistas, pero yo en particular estoy tratando de mantenerme bastante fuerte ante la tentación de la inteligencia artificial, porque hay tantas cosas que me podría resolver en un segundo, pero mi misión en la vida es ser alguien que depende de la inteligencia orgánica, de la inteligencia sin la artificialidad, porque cuántas obras increíbles hemos visto en museos que son obras completamente humanas, esas obras nacen desde un conocimiento profundo, profundo de anatomía perspectiva, materiales, botánica, un poco de todo, y mí me gustaría mucho más pensar en mi futuro yo, como un maestro que sabe todas estas cosas, que como una persona que nada más le pica un botón repetidamente sin saberlo y nada más copia, yo quiero ser la persona que entiende las cosas de adentro hacia afuera, no nada más copiar la imagen superficialmente que una cosa, una computadora pensó por mí. Yo quiero pensar por mí.
PDA: ¿Cuál es tu pintura favorita de todas las que has visto?
GLAZER: ¿Mi pintura favorita?
PDA: La que te hubiera gustado pintar.
GLAZER: Es una pintura de mi mentor Daniel Sprick, que son los cuatro caballeros del Apocalipsis y son cuatro esqueletos andando sobre cuatro esqueletos de caballo, con un árbol increíble y bastante oscuro a su lado, y están parados encima de un precipicio. Y en el fondo se ve como un valle con desarrollo urbano de Colorado, que eso me encanta de sus obras, combina estéticas muy antiguas y bíblicas con estéticas modernas, y en el cielo, como si estuviera adentro de nuestra atmósfera, se ve el planeta Plutón. Es un cuadro muy surreal e inusual, y desafortunadamente no se puede encontrar en internet, que es algo que me parte el alma, porque yo creo que es el mejor cuadro que he visto y el mundo no lo puede ver.
PDA: ¿En dónde está?
GLAZER: Está en una bodega en Arabia Saudita. Sí, fue un encargo que le hizo un coleccionista billonario, y pues bueno, así funciona en ese nivel de colecciones, a veces ni siquiera son para exponerse, nada más la metieron en una bodega y ni modo.
YA SOBREVIVIMOS A TRUMP
PDA: Y ahora que hablas del Apocalipsis y radicando en Estados Unidos con este repetido gobierno de Trump, tú con estas raíces mexicanas que tienes, ¿cómo te sientes y qué piensas del futuro del mundo con Estados Unidos y Donald Trump?, ¿México en particular?
GLAZER: Pues te voy a ser sincero, yo no soy alguien que esté suficientemente informado para dar una opinión que tenga ningún tipo de peso, pero siento que el mundo ya ha tenido a Trump y sobrevivimos, y hay muchísima gente que lo quiere y lo apoya y algo ha de tener de bueno.
PDA: Claro, ganó otra vez.
GLAZER: Sí, ganó por mayoría. También tiene muchas cosas desagradables y por eso a la mitad del país lo detestan y mucho del mundo también no lo soporta. Sí, la verdad es que no te voy a inventar una opinión sin estar muy bien informado.
PDA: Pero tu parte queretana y de México, ¿cómo se siente allá?, ¿no te sientes mal o con algún temor?
GLAZER: No. No. No, porque yo tengo la fortuna de tener múltiples nacionalidades. Sí, yo como mexicano, también soy americano. Así que realmente no tengo un temor. Y yo vivo una vida, yo no le hago caso a nada más que a la pintura. Voy a mi estudio, pinto, me regreso, veo una película y me duermo. Esa es mi vida entera y abrazo a mi gato. Así que yo dejo que los demás se aloquen con la política y se paniqueen y yo mientras tanto nada más estoy aquí pintando.
PDA: Muy bien, Diego, algo que desees agregar.
GLAZER: Pues mira, estoy pensando que mejor te digo algún cuadro que me guste mucho que la gente sí pueda ver.
PDA: A ver, ¿cómo cuál?
GLAZER: Déjame pensar. Uno de mis cuadros favoritos. Perdóname, ahorita estoy en blanco, eso luego pasa.
PDA: De los clásicos que todo mundo busca ver, la Gioconda y eso, ¿qué te provoca?
LO MEJOR EN SIGLO XIX
GLAZER: Los clásicos, pues me gusta verlos por su valor histórico, pero el Renacimiento Temprano no me llama mucho la atención porque, en efecto es un paso en la historia del arte que no es el paso más avanzado. Ha habido siglos posteriores donde ha habido avances artísticos bastante elaborados, entonces yo lo veo como un excelente comienzo a lo que tenemos ahora. Mi corriente favorita artística o bueno, mi época favorita sería el siglo XIX, yo diría, es cuando siento que por fin le empezamos a atinar a la perspectiva lineal, a la perspectiva atmosférica, al diseño. Empezaron a haber muchos más materiales y colores a la disposición de los artistas. Bueno, sí, siento que a mí me impacta mucho más el siglo XIX que los antiguos maestros, me llaman más la atención, se me hace más complejo, más elaborado. Pero también hay gente que dice que el siglo XIX ya está maleado por cosas como la fotografía y así. Por eso a mucha gente le llama mucho más lo barroco y el Renacimiento, porque hay una especie de magia, una especie de misterio ahí de antes de que existiera la fotografía, nadie tenía ni en el fondo de su mente la idea de copiar una foto, estaban creando escenas bíblicas por lo general, y muchas veces sin referencias, imaginarias, y eso se me hace que tiene una magia innegable, pero pues es una estética que a mí no me llama mucho, es muy oscura, los bebés deformes que parecen señor todo eso como que no me fascina.
PDA: Y los grandes maestros, ¿qué pasaría si tuvieran estos recursos de hoy, de la inteligencia artificial que mencionábamos, o la televisión, el Internet?
GLAZER: La inteligencia artificial yo creo que la tratarían de evitar. La televisión y el Internet definitivamente yo creo que tendrían alguna especie de impacto, es inescapable hoy en día realmente, a menos de que vivas en una zona totalmente rural. Y allá simplemente no sea parte de la cultura estar con el celular. Pero inclusive mi mentor, que tiene 72 años, pues está en YouTube y en el celular. Pero con la inteligencia artificial no se mete.
PDA: Muchas gracias, Diego. No nos dijiste el cuadro.
EL ABRAZO DE BEKSINSKI
GLAZER: Ya sé, sigo tratando de pensar en un cuadro excelente. A ver, perdóname, te voy a decir algún cuadro que me fascine. Hay un cuadro de un pintor polaco que se llama Beksinski, desafortunadamente sus cuadros no tienen título, pero si te lo describo sería fácil de encontrarlo, y es un cuadro de dos personas que se están abrazando, pero se están abrazando de una forma tan intensa que se están fusionando uno con el otro, y sus dedos casi se están encarnando con la espalda de la persona que están abrazando casi como con un anhelo total, a lo mejor están a punto de separarse y nunca volverse a ver, y lo saben, o tal vez llevan años sin verse y por fin se están reencontrando, y es un cuadro extremadamente emocional, visceral y me fascina, estoy seguro que lo puedes encontrar si buscas Beksiski, El Abrazo.
PDA: ¿Y ese cuadro está en alguna galería, en algún museo?
GLAZER: Me parece que está en el Museo de Beksinski en Polonia. Abrieron un museo con bastantes de sus obras conocidas, que yo nunca he ido, pero se ve fascinante. Es un pintor bastante surrealista y oscuro también.
PDA: Muchas gracias, Diego.
GLAZER: A ustedes. Gracias.