En el transcurso de las últimas columnas, hemos abordado desde distintas perspectivas la importancia crítica del manejo sostenible del agua en Querétaro. A través de las directrices de la “Agenda Azul”, hemos explorado cómo la innovación, la infraestructura verde y la participación ciudadana pueden transformar nuestra relación con este recurso vital. Hoy, hago una pausa para reflexionar sobre el impacto de estas discusiones y para reiterar el llamado a nuestros líderes y futuros tomadores de decisiones: es el momento de actuar.
La “Agenda Azul” no es solo una colección de buenas intenciones; es una hoja de ruta diseñada para navegar los desafíos hídricos que enfrenta nuestro estado, desde la escasez y contaminación del agua hasta la amenaza omnipresente del cambio climático. Este documento, presentado a las dirigencias de los distintos partidos políticos, subraya la necesidad urgente de integrar prácticas de gestión eficiente del agua en todas las políticas y programas de desarrollo futuro. La colaboración de cada sector es crucial para hacer de Querétaro un referente en la gestión hídrica sostenible y asegurar la prosperidad de las generaciones presentes y futuras.
El concepto de un “Día Cero” resalta la importancia de las decisiones que tomamos hoy. Este no es un escenario distante o improbable, sino una posibilidad real si no se implementan las medidas adecuadas para proteger y gestionar nuestros recursos hídricos. La responsabilidad recae sobre todos: tomadores de decisiones, ciudadanos, agricultores, industriales, desarrolladores y más. Cada acción de conservación, cada mejora en la eficiencia y cada inversión en sostenibilidad nos aleja de este escenario catastrófico.
Además, la creciente preocupación ciudadana sobre la calidad del agua pone de manifiesto una comprensión más profunda de cómo este recurso impacta nuestra salud y el entorno natural. Asegurar que el agua no solo esté disponible, sino que también sea segura y limpia, es fundamental para nuestra calidad de vida.
Por tanto, reitero el llamado a todos los sectores de Querétaro a considerar estas recomendaciones. Solo a través de la colaboración, la innovación y un compromiso genuino, podremos asegurar un futuro hídrico sostenible para nuestro estado. Es hora de que todos, desde nuestras posiciones y capacidades, contribuyamos a evitar el “Día Cero” y trabajemos por un Querétaro donde la abundancia y calidad del agua sean pilares de nuestro desarrollo y prosperidad.
La gestión del agua representa un desafío que solo puede superarse con un esfuerzo conjunto y dedicado. La participación es fundamental; juntos, podemos garantizar un futuro donde el agua, ese bien tan preciado, continúe fluyendo para todos los queretanos, sosteniendo la vida y el crecimiento de nuestra querida región.