La reina Isabel II contrajo COVID-19, aunque hasta el momento solo ha desarrollado “síntomas leves, similares a los de un resfriado”, un anuncio que ha conmovido a un país que sigue con extrema atención la salud de la veterana monarca, de 95 años.
En un escueto comunicado, el Palacio de Buckingham informó de la noticia, que se temía como una posibilidad después de que la reina se reuniera con su hijo, el príncipe heredero Carlos, el pasado 8 de febrero dos días antes de que este diera positivo en un test de coronavirus.
La afección no impedirá a priori que Isabel II siga desarrollando “tareas livianas” esta semana, según la Casa Real.
De igual forma, el palacio explicó que la monarca “continuará recibiendo atención médica y seguirá todas las pautas apropiadas”.
Isabel II reanudó hace cinco días sus actividades oficiales -tras haber estado en contacto con Carlos- con una audiencia virtual en la que el embajador de España en Reino Unido, José Pascual Marco, presentó sus credenciales ante la monarca.
Un día después, el 16 de febrero, celebró su primera actividad presencial, con una recepción en el castillo de Windsor a dos altos mandos militares.