Verónica Gascón
Sectores como el agrícola, petrolero, minero y de servicios serían los principales involucrados en la reducción de la jornada laboral, por lo que tendrían que realizar ajustes para evitar que bajen los estándares de productividad, aseguraron expertos.
En el Congreso se discute la reforma para reducir de 48 a 40 horas semanales la jornada, no obstante, dichas industrias requieren que la gente trabaje más de 40 horas para lograr objetivos de productividad, afirmó Francisco Udave, socio experto laboralista de Santamarina y Steta.
“Al bajar ese estándar, los objetivos de productividad tendrían que ajustarse, no podrían mantenerse en el mismo nivel. De un momento a otro habría una reducción de 17 por ciento de las horas que normalmente se trabajaban.
“No le afecta a todo el mundo, hay sectores, sobre todo en oficinas, donde las jornadas están distribuidas de lunes a viernes, con ocho horas de trabajo normalmente, en ese sentido no cambia la vida”, consideró.
Añadió que algunas empresas recurrirán al pago de horas extras y otras a la contratación de más personal, con el riesgo de que no sea financieramente viable.
Para Udave, la pregunta ya no es si pasará o no la reforma -porque todo indica que así será-, sino cómo la harán.
“En el Parlamento abierto muchas posturas se vertieron sobre el tema de gradualidad, es decir, que este cambio no sea de un día para otro, sino una gradualidad, de preferencia por años.
“Esa situación no está clara todavía, es la disyuntiva principal que se tiene”, manifestó.
Alejandra Ramírez, experta en Capital Humano en Salles Sainz Grant Thornton, opinó que además de la reducción de la jornada laboral, se espera que en el Congreso se discutan otras reformas, como la revisión de la reforma laboral de 1997 para garantizar una pensión digna, el pago de aguinaldo equivalente a mínimo 30 días de salario y el aumento de días de descanso por permiso de paternidad.
“Es responsabilidad de las empresas adaptarse de manera proactiva para asegurar el bienestar de sus empleados y el cumplimiento normativo.
“Es fundamental mantenerse informado sobre las actualizaciones legislativas y ajustar políticas internas en consecuencia”, dijo.