La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ajustó a la baja la perspectiva económica de México para 2024, en su reporte de mayo.
De acuerdo con el organismo, el panorama de crecimiento económico mexicano es de 2.2 por ciento al finalizar el año, desde el 2.5 por ciento previo.
Aunque la estimación sea menor, la institución destacó que México se encuentra entre las principales economías emergentes.
Señaló que esta expansión será respaldada por la solidez del mercado laboral, la cual reforzará el consumo, además de los proyectos de infraestructuras públicas en 2024 y la deslocalización de actividades manufactureras, fenómeno conocido como nearshoring.
Por su parte, para 2025 se proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) de México tenga un crecimiento del 2 por ciento, el cual será sostenido por las exportaciones, que podrían perder algo de dinamismo en 2024 por la desaceleración registrada en Estados Unidos.
Aunque la proyección de crecimiento del PIB disminuyó 0.3 puntos porcentuales, la OCDE mantiene una proyección positiva para México y para que continúe con un buen desempeño, la organización emitió una serie de recomendaciones.
Entre los principales puntos a destacar se encuentra que la política monetaria debería suavizarse progresivamente, con el objetivo de desacelerar la inflación de forma sostenida.
Además, dijo que se debe poner en marcha un plan fiscal plurianual para mantener la prudencia presupuestaria.
Igualmente, destacó que hay un margen para aumentar la participación femenina en el mercado laboral. “Para ello, se debe implementar un sistema integral de educación de primera infancia y cuidado infantil, así como la ampliación del servicio de atención formal a la tercera edad”, indicó.
La OCDE estimó que la inflación disminuirá hasta alcanzar el objetivo del 3 por ciento en el transcurso de 2025 y que la tasa de interés del País se sitúe en el 7.5 por ciento para finales de ese año.
En un informe aparte, analistas del sector privado consultados por Banco de México (Banxico) también ajustaron a la baja su expectativa del crecimiento del PIB nacional de 2.40 a 2.25 por ciento en este año, mientras que para 2025 su estimado se mantuvo en 1.80 por ciento.
Respecto al panorama mundial, la OCDE pronostica un crecimiento para 2024 de 3.1 por ciento, un aumento de 0.2 puntos respecto a su anterior previsión gracias al dinamismo en Estados Unidos.
Estados Unidos ve su previsión de crecimiento aumentar al 2.6 por ciento en 2024, contra un 2.1 por ciento proyectado anteriormente. La primera economía mundial registró una expansión del 2.5 por ciento el año anterior.
El crecimiento chino sigue siendo aún más fuerte y la OCDE elevó su proyección al 4.9 por ciento en 2024, frente al 4.7 por ciento previsto anteriormente, debido sobre todo a una política fiscal expansiva.
En América Latina, la organización mejoró la previsión de Brasil en 0.1 puntos hasta el 1.9 por ciento en 2024, gracias a un mayor consumo de los hogares.
La contracción de la economía de Argentina sería del 3.3 por ciento, un punto mayor a la proyectada con anterioridad, aunque repuntaría al año siguiente con un crecimiento del 2.7 por ciento, 0.1 puntos más que el avanzado anteriormente.
La situación en la zona euro sería de progresión moderada. El informe proyecta un crecimiento del 0.7 por ciento, 0.1 puntos más que el previsto con anterioridad.