Al señalar que los panistas actuales que han estado con cargos en el gobierno han pisoteado los principios de doctrina de su partido, la decana del PAN Natalia Carrillo García llama al dirigente nacional Marko Cortés a reestructurarlo desde sus cimientos, estado por estado, tras la derrota presidencial del año pasado y ante los desafíos de este y los siguientes.
Entrevistada por PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, la autora, entre otras obras, del libro “Memorias de la fundación, crecimiento y consolidación del PAN en Querétaro”, presentado en 2008 por Diego Fernández de Cevallos, resalta que hay muchas personas deseosas de que vuelva a ser una organización política de oposición.
A sus 90 años, militante de Acción Nacional desde 1952, recuerda que su partido nació con la firme voluntad de transformar a México y al principio “nadie creía en nosotros y hasta se burlaban”, como cuando fue postulado el ingeniero Ignacio Loyola Vera, a quien ella amadrinó.
En su estilo directo y claridoso, la contadora Natalia Carrillo rechaza la cuarta transformación propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. No cree en ella porque ese señor, dice, vive de la mentira. Hoy dice una cosa y mañana otra. Es una persona inestable e inescrupulosa con el lenguaje, en la que no se puede confiar.
-No creo en la transformación, porque no la viene a hacer este señor. La transformación de México tuvo otras bases. En primer lugar con las cuatro apariciones que fueron la base primordial de la transformación del México dominado por los españoles. La Santísima Virgen de Guadalupe fue la que vino a rescatar de la ignominia y el vasallaje al pueblo de México.
Lo de la cuarta transformación, son babosadas, remata.
RECONSTRUIR EL PAN
En cuanto al PAN, considera que el presidente Marko Cortés necesita trabajar mucho, estado por estado, municipio por municipio, comunidad por comunidad, porque “tiene que empezar desde los cimientos para reestructurar un partido que llegó a la cúspide a través de tantísimos años de lucha de los que creímos que debía haber un cambio en México”.
Yo espero, apunta, que Marko se ponga a trabajar verdaderamente y que volvamos a practicar los principios de doctrina, que esos no cambian. Es la base, es lo fuerte de un partido. Practicar sus principios, no predicarlos. Porque los panistas actuales que han estado con un cargo en el gobierno han pisoteado los principios de doctrina.
Por eso, dice Carrillo García, “tiene que empezar desde la base con los principios que nos enseñó su fundador. Eso no cambia, como no cambia la Iglesia Católica. Se modifican reglamentos, algunas costumbres que deben actualizarse a la vida moderna”.
¿Tiene las bases y principios, pero tiene las personas? Se le pregunta.
-Las hay. Personas de buena voluntad que están deseosas de que vuelva a ser un verdadero partido de oposición. Cuando nosotros empezamos a picar piedra nadie creía en nosotros. Hasta se burlaban. Si no hubiéramos tenido esa voluntad de transformar a México y a Querétaro, no lo hubiéramos logrado nunca. Si nos hubiéramos dado por derrotados en elección tras elección.
Recuerda entonces: ¿Quién creía en el triunfo del ingeniero Ignacio Loyola Vera? Ni siquiera los mismos panistas y triunfó. Pero ¿por qué? Porque tuvimos la fe. Hay que tener fe y voluntad. Desgraciadamente lo digo yo que fui de las pocas que creyeron en él y lo ayudé, pero cuando triunfó todos querían un huesito, sin que hubieran puesto ni un grano de arena en su campaña.
Hay que trabajar muy duro y yo le pido a Marko Cortés que por favor se ponga a trabajar en toda la República Mexicana, con todas las personas que deseen ayudar.
Lamenta que ella no puede hacerlo ya. “Yo ya no puedo por mi edad y salud de mi hermana y mía, sino estuviera en las plaza públicas hablando, convenciendo, subida en un huacal de jitomates, me cortaban la luz, me seguían, me amenazaban y nunca tuve miedo, pero gracias a Dios tuve unos padres comprensivos que me apoyaron toda la vida”.
Cuenta que estuvo a punto de la llevaran a la cárcel y no por razones partidistas, sino por el conflicto entre la UAQ y la Iglesia en la disputa por el anexo de Santiago, también conocido como Patio Barroco.
Y es que, asegura, “eran puras mentiras del rector Hugo Gutiérrez Vega lo que inventó, porque yo lo viví y yo puedo jurar que los estudiantes hicieron un agujero para meterse a la parroquia. Cuando la le comunicaron al padre Ángel Monroy que tenía que entregar la casa, se subieron al campanario, se pusieron las sotanas y empezaron a aventar cubetazas de agua. No como lo dijo Hugo que el populacho encabezado por mi y por don Carlos Martínez, disfrazados de rancheros, lo iban a linchar. A mi me han señalado y dicho que cuando abro la boca es porque traigo los pelos de la burra en la mano”.
En ese tono, lamenta Natalia Carrillo García que los panistas actuales que han llegado a los cargos de gobierno, pisoteen los principios de doctrina del partido y por eso Marko Cortés tiene el gran desafío de reconstruirlo desde la base. Eso espera, concluye la decana del PAN en Querétaro.
POR: SERGIO ARTURO VENEGAS ALARCÓN