En un país donde las mujeres han sido históricamente el pilar de las familias y muchas veces invisibilizadas en el ámbito público, es necesario destacar a quienes, desde el poder, no solo las reconocen, sino que actúan a su favor. Este es el caso de Chepe Guerrero, alcalde de Corregidora, quien, en el marco del Día de las Madres, reconoció a las mujeres que trabajan en el Gobierno Municipal, a su esfuerzo diario y a su doble jornada como madres y servidoras públicas.
Durante la celebración, Chepe no solo agradeció su trabajo, sino que elevó su mensaje al compartir algo profundamente personal: un homenaje a su propia madre, Gaby Trápala, presidenta del Sistema Municipal DIF, quien —como muchas madres mexicanas— sacó adelante a sus hijos enfrentando las adversidades con fortaleza y amor incondicional. “No hay amor más sincero, más real, más desprendido, que el que tiene una madre a sus hijos”, dijo con convicción. No es una frase hueca. Es una verdad que él afirma haber vivido.
Pero más allá de las palabras, Chepe Guerrero ha dejado claro que su visión de gobierno incluye a las mujeres como protagonistas, en su administración, llevando programas de apoyo y de capacitación a mujeres de todas las comunidades. Al pedirles a las madres trabajadoras del municipio que traten al ciudadano con la misma calidez y entrega que a sus hijos, refrenda una idea poderosa: el servicio público debe tener rostro humano, y ese rostro, en gran medida, lo encarnan las mujeres.
Y no menos importante fue el mensaje de equidad que lanzó: “Nunca nadie por encima de nosotros, pero nunca nadie por abajo de nosotros, ya que estamos todos en la misma sintonía”. Una frase que encierra su visión incluyente, en la que no hay jerarquías de dignidad, sino respeto mutuo y colaboración.







