DEL ZÓCALO A LOS PINOS
2018: ¿Quien puede salvar y competir por el frente?
En este juego de espejos en que está -hoy más que nunca- convertido el proceso de la sucesión presidencial y demás posiciones en disputa, los escenarios y los actores cambian a cada momento, las circunstancias y hechos supervinientes alteran un día si y otro también las predicciones electorales; podríamos afirmar que en esta etapa lo que se requiere no son encuestadores dotados de científicos mecanismos, sino auténticos “Walter’s Mercados” que por lo menos, a todos los contendientes, los hagan sentir por un momento que los astros se alinearon en torno suyo.
A lo anterior hay que agregar la veleidosa naturaleza que con sus arrebatos telúricos ha dejado al descubierto la fragilidad de la “clase política” nacional; en especial en aquellos estados que fueron golpeados por los sismos del 7 y 19 de septiembre; además de evidenciar con trágico realismo la desigualdad que aún prevalece; el clientelismo y la manipulación sentaron sus reales sin distinción de colores; patético fue el debate y la simulación en torno a legislar para destinar los recursos de las campañas a la reconstrucción; al final, devoluciones, fideicomisos o propuestas estólidas de intercambio de prebendas, fueron solo simulación retórica y quedaron en el limbo político.
En este contexto, de forma reprobable los legisladores guardaron silencio, al igual que los “líderes” de sus partidos el rasgado y las hemorragias declarativas fueron intensas, en contraste con la nulidad de acuerdos reales; en la Ciudad de México, como en ninguna otra afloró la corrupción y tráfico permanente de influencias en las delegaciones; el caso de la Benito Juárez “gobernada” por distinguidos cuadros panistas es para “ripley”, la Colonia Del Valle y sus cientos de edificios dañados estructuralmente si no caídos, es emblemática de la hipocresía azul. Esta documentado que edificios construidos después de los sismos de 1985 bajo nuevas y estrictas normas se vinieron abajo o están inhabitables e inhabilitados. Y la danza de permisos de construcción expedidos por debajo de la mesa no termina de aparecer en su real magnitud.
En el otro extremo del espectro político, Claudia Sheinbaum, la ganadora de la lotería morenista, perfilada hasta el 19-S-2017 como la casi segura relevista de Miguel Ángel Mancera, se ha visto, por decirlo comedidamente, errática; lo más grave en la Delegación a su cargo es el ocultamiento de daños mayores, incluyendo Galerías Coapa y el Tecnológico de Monterrey, a quienes las autoridades les han permitido manipular cifras de muertos y dictámenes reales sobre los daños, además de pretender endosar culpas a funcionarios menores; en la Delegación Cuauhtémoc el silencio de Ricardo Monreal, tan activo en su único proyecto “Plan A,” llama la atención.
Todo ello ha traído un reacomodo de las proyecciones de cara al 2018; la llegada de Eruviel Ávila a la dirigencia del PRI de la Ciudad de México es una muestra de que así lo han interpretado en los Pinos; Incluyendo la invitación a Monreal a regresar al calor del hogar paterno -y materno también- como el “hijo pródigo”; lo cual como estrategia alterna para dividir y confundir al “vecino” es correcta; aunque -en lo personal- mantengo mi opinión de que la mejor carta para competir con posibilidades de éxito en la Ciudad de México, es el Dr. José Narro. Por supuesto, quien se lleva el Gran Premio Fórmula 1 y ha quedado -prácticamente- política y moralmente excluida para ser una alternativa ganadora, por el “Frente” en el alguna vez “México Distrito Federal” -versión Chava Flores- es Alejandra Barrales, paradójicamente a ella no la dañaron los sismos, por el contrario la revelación de sus fortalezas inmobiliarias le pasaron la factura mediática, aunque conserva a salvo la posibilidad de obtener un crédito hipotecario más, a más de 30 años.
Ya entrados en gastos; queda claro que donde más afectaron los terremotos en cuanto a personajes perfilados, fue en el “Frente” que ya cantaba victoria -¡ah! las moralejas de la vida, esas que de pronto hacen que “del plato a la boca se caiga la sopa”-. Sus dos “cartas” supuestamente competitivas para hacerse de la candidatura a la presidencia de la República, prácticamente están fuera; a Mancera los sismos, le dañaron su línea de flotación, además de que su capacidad ya no digamos de respuesta, sino de presencia dejó en claro, que lo suyo no es el carácter, ni la personalidad que requiere el líder de una sociedad frente a la adversidad. Si el gobierno de la Ciudad de México le quedo como el uniforme de comandante a Calderón, que podemos decir o esperar, tratándose de la “Silla de Krauze” -versión Peña Nieto FIL de Guadalajara.-.
El otro desaparecido -perdón por la analogía- es el “niño Fidencio” de la mafia azul, Ricardito Anaya; quien al igual que su compañera de maldades, correrías y sueños guajiros, #misscreditohipotecario; no se cayo -de caerse- su casa de Atlanta y menos las de su suegro; se derrumbó debido a su desbordada ambición; las vencidas que supuestamente les ganó a los Calderón y sus afanes reeleccionistas fueron la culminación del muestrario de su intolerancia individualista y sus afanes de hacerse de la candidatura al costo que fuere. Muy al estilo de la derecha fascista.
En los otros “frentes” los daños fueron menores y algunos hasta la libraron; Andrés Manuel, además de su fideicomiso al estilo emisario del pasado sigue en su cruzada moralista y ahora -dicen- delegando decisiones en el “orgullo de su nepotismo”; los independientes con los Calderón al “frente” son una incógnita, del número que libre la aduana -mientras menos, mejor para ellos- de las firmas, dependerán en buena medida sus posibilidades de pasar de testimoniales a actores de reparto. Y en el PRI, además de contar con la “caja grande” y haber definido el “método” -copiado por los amarillos en su Consejo Nacional del fin de semana-; ya sólo esperan la gran decisión del Tatloani de los Pinos, a quien -otra paradoja- los temblores lo elevaron en la puntuación.
Como se advertirá, la gran incógnita es: ¿quien puede salvar y competir por el Frente? -PAN, PRD, MC y anexas-; recién un respetado analista comentaba “van a tener que ir con Aureoles”; a lo que un tercero reflexionó “lo que tienen que hacer es buscar un priista que quiera o ya haya dado el Paso al frente en algún momento” y soltó “ahí están el Ingeniero Cárdenas o Manlio Fabio Beltrones”.
Habría que acotar, que el Ingeniero al presentar su libro “Cardenas por Cardenas” en la Feria del Libro del Zócalo afirmó que el PRD ya no es de izquierda; aunque luego con lenguaje críptico agregó “debe haber unidad de la izquierda en torno a propuestas, programas progresistas y democráticos de cara a las elecciones de 2018, aunque estos aún no existen” ¿o sea? ¿aún pueden concretarse? ¿en torno a quien?. Por su parte Beltrones, que ya fue “Vice Presidente” en el sexenio de Calderón y mantiene permanente y excelente comunicación y coincidencias con la izquierda -salvo la de AMLO- hasta hoy, guarda silencio e insiste en su propuesta de Gobiernos de Coalición ¿con quien al frente?.
¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?..