EL CRISTALAZO
Quejicosos y respondones
El conflicto post electoral en Coahuila ha probado varias cosas, según dice Emilio Gamboa el coordinador de los senadores del PRI, la principal de ellas, la percepción sobre la vida electoral mexicana:
–Cuando gana ellos (los opositores), son triunfos de la democracia. Cuando gana el PRI, se cometen fraudes electorales.
“Pero es bueno decirlo: no vamos a negocia Coahuila. Vamos a acudir a las instituciones legales y judiciales para defender ahí los triunfos, no para ponerlos en una subasta de intereses políticos.
–¿Y el periodo extraordinario?, le preguntan. Los opositores dicen que este conflicto en Coahuila y también en el estado de México, hace imposible convocarlo.
–Nosotros, los diputados y los senadores estamos para legislar. El PRI convocará al periodo para revisar la ley de Seguridad Interna y los demás ´pendientes. Nuestra obligación es legislativa, no de litigio electoral. No estamos aquí para defender elecciones, estamos para hacer leyes urgentes. Para litigar están los tribunales y en ellos los partidos deben defender los votos. Todos los votos, uno por uno.”
Pero mientras Gamboa hablaba así en el patio, del Senado, en Coahuila se recogían los frutos de la protesta callejera. Dos marchas se confrontaron. Por un lado, en insólita pareja; Morena sale del brazo con el Partido Acción Nacional. Fue como aquella célebre ocasión cuando marcharon juntos Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel Bartlett. Los unía la defensa del petróleo sin importar cómo los dividió la caída del sistema.
En la política todo se vale, hasta juntar en insólita alianza, los bigotes de Guadiana y el rebozo de Margarita Calderón. Hagan su juego.
Pero si el PRI les apuesta a las instituciones, los quejicosos se vuelven tormentosos y melindrosos. Se levantan de la mesa del organismo electoral y no quieren seguir con la revisión de paquetes y paquetitos. El gran paquete les espanta.
Así lo informa la prensa de Coahuila:
“Los candidatos del ‘Frente por la Dignidad de Coahuila’, desconocieron la elección y llamaron al órgano electoral a realizar nuevas elecciones de gobernador; aseguran que Fuerza Coahuila y el Gobierno del Estado se encargó de violentar el 20% de las casillas durante la jornada electoral.
‘’El mismo conteo rápido que en la madrugada me dio el triunfo, contradictoriamente no coincide con los resultados preliminares que de manera irregular dejó de computar un tercio de los sufragios’’, agregó.
“Tras reunir toda la evidencia correspondiente de las casillas violentadas en Piedras Negras, Acuña, Torreón y otros municipios, el candidato de Acción Nacional, Guillermo Anaya, llamó a todos los representantes de los conteos distritales de las fuerzas políticas que encabezan el frente, a retirarse de las sesiones de cómputo en los diferentes comités del estado.
‘’De esta manera evitaremos convalidar el fraude que lleva a cabo el PRI y el gobierno de Coahuila. Según nuestros cálculos más del 20% de las casillas fueron violadas o manipuladas por Fuerza Coahuila, y el Gobierno del Estado’’, aseguró”.
Sin embargo aquí hay un riesgo de anular al Instituto mismo. Si el órgano electoral se prestó a una “elección de Estado”, ¿cómo pedirle entonces la organización de un nuevo proceso, si anula el reciente? La anulación de una elección se basa en ciertos hechos, los cuales se deben acreditar ante el tribunal. Pero la furia es a veces mala consejera, tanto como para acusar ahora hasta al Ejército de complicidad (por omisión) con el fraude y los defraudadores. Lea usted:
“…. (Vanguardia) Agregó estar en desacuerdo en que el resguardo de las actas y el material electoral, haya estado en manos de Fuerza Coahuila, y no del Ejército Nacional como sucede en otros estados, ‘’ es una Fuerza Coahuila que más que prevenir los delitos electorales, se convirtieron en los principales cómplices de este fraude’’, aseguró Anaya.
Anunciaron, que debido a esto, hoy mismo será solicitada a la autoridad correspondiente, la nulidad de la elección para gobernador, y exigirán que los nuevos comicios sean reanudados bajo la responsabilidad del Instituto Nacional Electoral, y la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales.
‘’Este Instituto Electoral es parcial, y está integrado por personas que no garantizan confiabilidad, y condiciones totalmente inequitativas en la competencia electoral’’, dijo Guillermo Anaya”.
Sin embargo este proceso se ha complicado cada vez más y si las cosas siguen por ese camino, no habrá más remedio: repetir la elección, excepto si el PRI pone la pierna dura y no deja pasar la protesta.