Mancera y la Conago, la hora decisiva
El Cristalazo
La mañana cuando Miguel Ángel Mancera tomó protesta como candidato asimilado por el Partido de la Revolución Democrática para la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, después de ocupar la Procuraduría de Justicia, no tenía ni un escritorio donde sentarse a revisar su discurso de aceptación. El edificio estaba vacío. Solo dos amigos lo acompañaban. Uno de ellos lo ayudó con las correcciones y los añadidos. |
–Te quedan seis años por delante ara cualquier empeño, Miguel. Recuerda, dos por tres; no tres por dos. Aquí los factores sí alteran el producto.
–¿Cómo? ,dijo él.
–Los primeros dos años para afianzarte y dominar a los grupos y las tribus, desprenderte de Marcelo y asentarte con firmeza en la silla. Los dos siguientes para hacer tu proyecto y ejecutarlo aunque se termine en los dos siguientes. La obra. Y los últimos dos, enfilarte en el sendero de una candidatura presidencial.
Los últimos dos años ya están aquí, la candidatura ya no es una vaga idea sino un propósito abiertamente admitido y proclamado. “No me rejo”, es la frase definitiva.
Hoy Miguel Ángel Mancera solo tiene dos preocupaciones, cómo salir y cómo entrar. Como salir del cargo y cómo entrar en la pelea por el futuro de la izquierda sin dueño, como él mismo bautizó a su tendencia política entre la independencia formal y el compromiso hacia los sectores más amplios de la base de la pirámide social.
–La izquierda no tiene dueño”. Pues será esa.
Hoy muchas cosas han cambiado desde aquella solitaria mañana en la cual Mancera oscilaba entre la inexperiencia y el desprecio de algunos envidiosos e inseguros. Por lo pronto, ya no existe el Distrito Federal. Y si mucha ´risa hay, tampoco existe el PTRD como fuerza única de esa tendencia. Ha sido arrollado por Morena.
Sin embargo, gracias a la actividad política de Mancera, con un estilo propio y distinto, la ciudad de México, tiene ahora una nueva presencia jurídica y política. Ya hasta tiene una constitución, controvertida o no, pero la tiene.
Hoy, sin ser gobernador (al menos no es ese su título, sino Jefe de Gobierno), preside ese extraño club llamado “Conferencia Nacional de Gobernadores”. Lo mismo podría llamarse bloque, asociación, sociedad o cártel. No importa.
Lo notable son estos señalamientos:
“Al asumir la presidencia de la Comisión Nacional de Gobernadores (Conago), el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, negó que ese cargo sea una plataforma a su campaña política con rumbo a 2018.
“Yo creo que es una plataforma para poder abonar a la unidad nacional, eso es lo que me interesa a mí, la unidad nacional, el trabajo conjunto en favor de los que menos tienen”, afirmó el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera. Refirió también que al país no le conviene ningún discurso que sea sectario o que lo divida.
“En entrevista con la prensa, luego de tomar posesión como Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), el mandatario capitalino detalló que un primer ejercicio para lograr la unidad es la unificación de las casas México en Estados Unidos.
“Ahí vamos a tenerle que quitar colores, marcas, y solamente tener este mensaje de unidad, este mensaje nacional; de ahí seguimos con el mejoramiento del Sistema Acusatorio Adversarial; de ahí tenemos el impulso a las zonas económicas; impulso a la transparencia; y entonces vamos trabajando en una sola tarea que a la gente le va a caer muy bien”, expresó.
“Al preguntarle sobre el cumplimiento de su nuevo cargo y sus actividades como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Mancera Espinosa dijo que su prioridad es la capital del país, y buscará que no afecte su gestión al frente de la CDMX. Incluso negó que la Presidencia de la Conago sea una plataforma a su campaña política con rumbo a 2018”.
La plataforma en verdad no es la Conago. La plataforma es la fecha, la oportunidad y el desempeño en la ciudad de México.
De regreso a la fórmula aritmética del principio. El orden de los factores, (1×6; 2×3, 3×2) no altera matemáticamente el producto, pero si lo modifica en lo político. Y hoy Mancera ya puede levantar la cosecha.
Parte de su fuerza será si logra orientar el proceso de selección de su sucesor. Si repite el modelo de un asimilado por el PRD (el ideal es Armando Ahued) o las “fuerzas” de Alejandra Barrales presionan en favor de Alejandra Barrales quien de contendiente por una candidatura (contra MAM), pasó primero a senadora, luego a empleada de Mancera y después a presidenta del partido gracias a la fuerza del jefe de gobierno de la CDMX. Si olvida eso, entorpecerá un proyecto con posibilidades de alianza y grupo.
–Podrá con esto Mancera contender seriamente por la Presidencia de la República. Seriamente sí. Exitosamente, nadie lo sabe.