EL CRISTALAZO
Cuernavaca, el espejo del desastre
Lejos, muy lejos están los años en los cuales Cuernavaca fue refugio y paraíso, espacio luminoso donde el tiempo transcurría bajo la mansedumbre de buganvilias y montañas feroces. Muy lejos los años de Lowry bajo el volcán, irrepetibles los paseos de Homero cuernavacense en la pluma sin fin de Alfonso Reyes en su lejano bungalow del Hotel Marik.
“Tibieza vegetal donde se hamaca
El ser en filosófica mesura…
¡A Cuernavaca voy, a Cuernavaca!”
Hoy la mejor imagen de Cuernavaca es la de un asesino cuya pistola escupe fuego sobre un hombre tirado en el piso de un antro de bailongo y coca rancia (tan lejano a la descripción de la violencia Ricardo Garibay), ante la indiferencia de quienes deberían al menos guardar la compostura, si no el orden completo en los infinitos congales del lupanar extendido de la capital de Morelos, donde alguna vez Gutierre Tibón desenmarañó la historia de México y el ombligo de la Luna.
Esa es la casa del caos desde hace mucho tiempo.
Hay otra imagen simbólica imperdonable de Cuernavaca, distante de la pintura de Cauduro o los pasos de Lempika: el presidio de concreto del Caudillo del Sur, del pobre Emiliano Zapata cuyo recuerdo se repite de manera grosera y ruin en cada evocación para el delirio.
El distribuidor vial, junto al cuartel militar, aprisionó la estatua y su montura entre puentes construidos a la trompa talega, mal diseñados y peor ejecutados por el gobierno del inolvidable Martínez Garrigós (las plagas son perdurables en la memoria), uno de los artífices de toda esta podredumbre actual.
De los demás ya no vale la pena repetir ni el nombre. Pura masquiña.
“De cara a los volcanes, hoy prefiero,
Pues la ambición y la ignorancia igualo,
Deletrear las páginas de Homero,
Que me acompaña para mi regalo”.
Cuernavaca, territorio narco en el cual chocan los poderes de la iglesia contra los del mal gobierno; lugar para captura y ficha del rector de la Universidad, acusado por múltiples malversaciones mientras su acusador le prepara el terreno a su entenado, después de haber ejercicio el nepotismo con la madre cónyuge y en muchos da casos guía, encarnada como la expresión mayor de la cultura en el estado. Refugio de cínicos y pillos, cuya administración depende de los callosos pies de un futbolista cuya filiación actual lo perfila para el gobierno estatal después de terminar con el municipio.
Este desplegado reciente es una muestra del porvenir. Un –diría Elena Garro— recuerdo del porvenir.
“A LA OPINIÓN PÚBLICA
“Los suscritos, vecinos de la colonia Las Quintas, Acapantzingo, Cuernavaca, Morelos, manifestamos nuestra indignación por la construcción que se está efectuando en Atlacomulco No. 83, esquina con Las Quintas, inmueble propiedad del sr. Pedro Alvear.
“En ese predio se talaron, ilegalmente, ocho frondosos laureles y numerosas palmeras.
“Dado que el municipio de Cuernavaca se ha negado a informarnos por escrito acerca de las licencias de Construcción y de Uso de Suelo que presumiblemente ya otorgó – según reconocieron de viva voz el Secretario de Desarrollo Sustentable del Municipio, Ignacio Orduña, y el jefe de Uso de Suelo, Javier Ríos- seguramente por instrucciones superiores- para UN MOTEL DE PASO EN ZONA RESIDENCIAL H5.
“Aclaramos que nunca se recabó nuestra opinión para esas autorizaciones con las que los vecinos estamos en completo desacuerdo, por lo que demandamos su intervención a fin de que, en primera instancia, la Procuraduría de Protección al Ambiente de Morelos, cuya acción hemos solicitado el pasado cinco de enero de conformidad con lo previsto en la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sustentable de Morelos, proceda a la suspensión de la obra mencionada con motivo de los delitos ambientales allí cometidos.
“No omitimos mencionar que el pasado 10 de noviembre, presentamos, con base en nuestras garantías constitucionales de audiencia, petición y respuesta, un escrito dirigido al edil Cuauhtémoc Blanco, del cual no hemos recibido contestación, por lo que hemos recurrido al amparo de la justicia federal.
“Finalmente, de no tener una respuesta expedita, al tiempo que hacemos un llamado a la solidaridad ciudadana en Cuernavaca, informamos que recurriremos a la CNDH y a otras instituciones, además de los recursos que procedan para la defensa de nuestros derechos, pues de ninguna manera toleraremos el funcionamiento de un Motel de Paso y sus secuelas de prostitución, trata de personas, consumo de alcohol, drogas y violencia en la entrada de nuestras escuelas y en la cercanía de nuestros domicilios y familias.
“Protestamos lo necesario.
Las Quintas A. C., Residencial Real Las Quintas A. C. (siguen firmas).