Yanireth Israde
Personajes desconocidos u olvidados, como Fausto Celorio, inventor de la máquina de hacer tortillas; José Antonio Alzate, diseñador del flotador para el retrete y sobrino de la poeta Sor Juana Inés de la Cruz, o la princesa Salm Salm, quien intentó impedir el fusilamiento del emperador Maximiliano, son recuperados en Una historia en cada hijo te dio, libro de Gerardo Australia que despoja de solemnidad a la historia de México, pero sin trivializarla.
“Se trata de ofrecer una divulgación histórica más amigable para las personas, quitándole la seriedad, sin dejar la rigurosidad de las fuentes y de lo verdadero -aunque siempre habrá alguna polémica- y más amena, sobre todo para las nuevas generaciones”, señala el autor en entrevista.
El libro, publicado por Grijalbo e ilustrado por Don Rul, reúne los artículos que Australia publicó en medios de comunicación, como el desaparecido suplemento Cronoscopio de REFORMA, que coordinaba el historiador y escritor Alejandro Rosas, prologuista de esta obra y quien presenta así a Australia:
“Gerardo Australia le entra a todo, lo mismo perfila un personaje controvertido que nos acerca a un hecho histórico, salta de la historia de una princesa a la devoción histórica por la tortilla; exhuma los restos de un conquistador, pero nos rompe el corazón con la triste historia de amor de un Presidente; nos lleva por los elegantes salones de un prostíbulo a la tiendita de la esquina. Y así, a lo largo de su obra, nos topamos con música y músicos, arte, pintura, historia política, misterios, la vida cotidiana, los deportes, los caudillos y toda una gama de hechos y situaciones”.
Músico, compositor, psicólogo y escritor, Australia destaca que la historia la hacen personas de carne y hueso, “como tú y como yo”.
“Está construida por seres humanos. (José) Ortega y Gasset decía: ‘El hombre no tiene naturaleza, lo que tiene es historia’. Y la historia de México, que es caleidoscópica, riquísima, está hecha por estos personajes”.
Una historia en cada hijo te dio recobra también, entre otras, la figura de Delia Magaña, quien encarnó a “La Tostada” en la clásica película Nosotros los pobres; rescata los aportes del francés Jean Turin, primer profesor de gimnasia reconocido como profesional en México. y rememora la tragedia de “Judy”, la elefanta asesinada en la Ciudad de México.
El autor tiene, admite, talante de gambusino.
“Es una afición o pasión de estar recolectando datos a través de los años mientras leo, apunto e investigo como si fuera una rata de biblioteca. Y ahora, con el acervo informático que tenemos en internet, también recopilo información. Tengo ahorita material para hacer otros tres o cuatro libros más de personajes poco conocidos mexicanos.
“Varios no se conocen, pero son de suma importancia”, enfatiza el también autor de Francisco Gabilondo Soler: Su obra y pasiones (2015) y El amor es enseñanza: Rosario María Gutiérrez Eskildsen, la maestra tabasqueña (2020).
El sobrino de Sor Juana, José Antonio Alzate y Ramírez de Santillana, por ejemplo, no solamente fue inventor del flotador que se utiliza hasta hoy en el excusado y en los tinacos del mundo, sino que fue también el primero en medir las pirámides de Teotihuacan y publicó métodos para apagar incendios, prevenir inundaciones y para la recolección de basura, enumera.
Australia expone, además, aspectos no tan abordados o soslayados en biografías, como que el asesino del General Álvaro Obregón, José de León Toral, jugaba futbol en el equipo América, o que Francisco I. Madero tenía un médico japonés, Kingo Nonaka, creador del mejor servicio sanitario de la Revolución Mexicana, o que la emperatriz Carlota y su esposo Maximiliano no dormían juntos.
“Todo tiene su importancia hasta lo más mínimo”, asegura el autor, quien presentará Una historia en cada hijo te dio en el Foro del Tejedor de la Cafebrería El Péndulo de la Colonia Roma, en Álvaro Obregón 86, el próximo 16 de enero a las 19:30 horas, con la participación de Alejandro Rosas.