1.- ¿Debemos pensar que ministros y ministras, por pura ambición vulgar, vieron lodo en la sucesión en la corte suprema y decidieron atascarse?
2.- ¿Tenía que ser tan sucio el cambio en la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación?
3.- ¿Alguien duda que la grilla sucesoria estuvo detrás del descubrimiento, casi 40 años después, de la tesis de licenciatura de la ministra Yazmín Esquivel Mossa, a quien evidentemente se está tratando de dejar sin posibilidades de llegar a encabezar la SCJN?
4.- ¿Hay priistas llenos de mañas en el pleno de la corte, es decir, ministros o ministras que se identifican con especialistas en guerra sucia electoral como los legendarios ytodavía activos Emilio Gamboa, Roberto Madrazo y Manlio Fabio Beltrones?
5.- ¿Valdría la pena la prueba del polígrafo —o detector de mentiras— a todos los ministros y a todas las ministras antes de las votaciones del 2 de enero, para ver si con esa tecnología se puede saber el nombre del ministro o ministra que investigó una tesis de licenciatura de hace 35 años para utilizarla ahora con fines para nada limpios?
6.- ¿Aplicar el detector de mentiras a todos los ministros y ministras o únicamente a las cinco personas que aspiran a llegar a la presidencia de la SCJN en lugar de Arturo Zaldívar, a saber: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Yasmín Esquivel Mossa, Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek y Norma Lucía Piña Hernández?
7,. ¿Quién —pregunto a los señores ministros y a las señoras ministras— es el grillo o la grilla?
8.- ¿Qué ven en la presidencia de la corte que son capaces de llegar a vulgaridades tan lamentables, acaso grandes negocios?
9.- ¿Valía la pena ensuciar tanto a una institución que debería ser paradigma de pulcritud y respetabilidad?
10.- ¿Quién gana y quién pierde con tanta politiquería— y tan barata— en la corte suprema?