El camino antiguo de Tierra Adentro es amplio y famoso por toda la comarca, en pequeños paraderos de diligencias aún persisten las posadas, hostales y casas que brindan servicio de hospedaje, por camino de Tepeji del Río es la parte de mayor dificultad por lo escarpado del camino, aunque existe camino que sale al pequeño pueblo de Aculco, de fama por su gran servicio, ahora por los nuevos automóviles que han revolucionado la manera de viajar el estado de Hidalgo ofrece descanso al cansado viajero, sino también elegantes haciendas que hace de merenderos.
Aunque ya se observan automóviles de marca Ford, Chalmers y Moon, que en paciencia y tratando de soportar el camino lleno de adversidades ¡Se logra llegar de la ciudad de México a Querétaro en solo un día contando la noche! En vez de la ocasión de los cuatro días en carroza jalada por caballos, aunque era el común de las carrozas ¡Los autos de motor llegaron para quedarse! La pequeña ciudad de violáceos atardeceres no fue la excepción.
¡En relucientes automóviles llegaron algunos diputados desde la ciudad de México!
Uno que otro paseante con camino hacia Guanajuato o San Luis Potosí pasa en automóviles, la verdad es que poco o nada se sabía de estos motores que rugen y llaman la atención a los provinciales ojos de la ciudad, cuando uno de estos automóviles entra a Querétaro la chiquillada se suben a los estribos, les encanta ir gritando mientras eso sucede – ¡Llegaron los carros! ¡Sin caballos! – por supuesto que toda la ciudad sale ante los gritos.
A tiempo del constituyente uno de los problemas es ¿Dónde dejarlos? el otro ¿En dónde cargarán la gasolina para arrancar? Todo un dilema, así que la Comisión de Asuntos de Gobernación del general Carranza hizo por bien conseguir en tambos el preciado líquido ¡Con el riesgo! Aunque la palabra gasolina no es del todos conocida se hizo al popular de las personas llamarle “Carros de Queroseno” al saber que es muy similar el origen.
Uno de los primeros en traer un carro de queroseno fue el general Álvaro Obregón, secretario de guerra y marina de la capital provisional en Querétaro, gusta de pasear en las polvorosas calles levantando nubes de atención. Las calles son altas, ir debajo de las deterioradas banquetas te llega el nivel a la cintura, así que quien pase en carro solo observa parte de las pantorrillas de los caminantes.
Diputados de diferentes estados llegaron por carrozas y a caballo, dejando sus escoltas en las orillas de la ciudad, no sin antes recibir apercibimiento por haberlos traído, así que cuando vieron los automóviles ¡Quedaron pasmados de su funcionamiento!
-Y esto mi señor general ¿Cómo cuánto anda costando? Si no es indiscreción tratar de ver el diente al caballo- le preguntó el diputado Antonio Gutiérrez Rivera que representa a Puebla, aunque es oriundo de Durango, mientras observa que es una carroza, pero con ruedas y sin caballos ¡Arranca solo!
¡El general Álvaro Obregón soltó su risa carrasposa! – ¡Fue un regalo de mi general Carranza! Hace un par de años, pero mira diputado ¡Los asientos! Forros ¡No creas! No es nada difícil de conducir, sí algunas cosas se sienten bruscas, la frenada es medio mala ¡Nunca iguala a un animal! Pero vas más cómodo y no traes el sorbete de calores – ¿De dónde lo trajeron? – volvió a preguntar – Este es de Estados Unidos es marca Chalmers, en la ciudad de México habrá ya muchos de este modelo, pero me lo quise traer para probarlo en los caminos de carrozas ¡Llegamos en apenas unas trece horas! Claro trayendo el queroseno de repuesto, paramos en Tepeji y ahí nos volvimos a abastecer – ¿Cómo funciona? – ya varios diputados se acercaron a la plática – ¡Pues la mera verdad no sé! Le das cuerda aquí, mueves la palanca y camina ¡Te miento si te digo que le entiendo a estas máquinas! Soy hombre de a caballo.
¡Los diputados están fascinados!
Recordemos que todos los seis años de enfrentamientos armados previos al constituyente el mayor vehículo de trasportación es el ferrocarril, se mantiene a base de agua y carbón, permite mover a miles de personas con provisiones, armas, animales y cañones, relativamente su mantenimiento es ya experimentado ¡Los ingenieros de comunicación ya son preponderantes en estos movimientos! Así que ver un automóvil ¡Dista mucho de un pensamiento revolucionario! Es para casi la totalidad ¡Imposible hacerse de uno! Qué pensar que tuvieran futuro en el tiempo inmediato, piensan varios diputados.
Eso al general Álvaro Obregón le tiene sin cuidado los comentarios, disfruta siendo el centro de atención ¡Es el primer cachorro de la revolución! Secretario de guerra y marina ¡Merecido! Fue una parte del ejército constitucionalista que más daño hizo a los acérrimos enemigos ¡Fulminó a ejército combatientes! Gran parte del pensamiento de Constitución y Reforma no le gusta, él más bien es hombre de batalla ¡Quiere el poder del ejecutivo en manos de los militares! ¡Desde su llegada a la ciudad se ha cansado de darlo a notar!
Fue citado antes del constituyente a la casa del asiento del ejecutivo, que aquella ocasión luce por demás elegantemente arreglada ¡Mayordomías y servicio hacen por dejar el lugar preparado para una recepción! ¡El general va con sus hombres! Entre ellos uno igual de sanguinario que él, el general Plutarco Elías Calles quien ya había sido gobernador de Sonora, pero sus enfrentamientos con Villa en Nacozari y vencerlo en Agua Prieta con sus dieciocho mil hombres hizo que Carranza lo atrajera al ejército constitucionalista con todas las dádivas que representa.
Entraron al despacho del jefe del ejército constitucionalista, sin tardos ni saludo ¡Entró Carranza con prisa con el rostro de color papel! – ¿Qué hace Plutarco aquí? Claramente te dije que solo tu estuvieras – molesto levantó la ceja – Es mi hombre de confianza general, venimos juntos a tomar escucha y órdenes – Molesto se sentó y les aventó una carta de aromáticos tonos pastel.
– ¡Lean eso! Es el aviso que mi esposa Virginia viene a Querétaro ¡Ahora sí me voy a meter en un lío gordo! Deseo me ayuden – seguía molesto al ver al general Calles- Necesito que saquen a Regina con todas las de la ley ¡Ella no sabe nada! Pero si Virginia la llega a ver seguro que no habrá enfrentamiento más reacio ¡Que estas dos mujeres! – Obregón tomó la carta y observó la fecha de llegada “… 28 de enero de 19171…” La pasó a Calles y leyó, luego se la devolvió a Carranza, quien ni tardo la guardó en el cajón del escritorio y le puso llave.
-Mi general ¿Cómo vamos a lograr convencer a Regina de que salga de la casa? Es la patrona, quien manda y hace ¡Dudo mucho que no levante la voz! – ¡Eso es lo que quiero! Que no se entere que eres tú ¡Eres bueno en eso de esconder mujeres y luego darlas por desaparecidas! – Tosieron Calles y el propio Obregón- Me parece que, si logras llevártela, la escondes unos días ¡Seguro hará por escaparse! La conozco muy bien ¡Dale ventaja, pero incomódale el escape! Esto me da tiempo de arreglar las cosas, a ver si logro que Virginia regrese a la ciudad de México para que me deje en paz.
¡Así lo acordaron! Al salir Calles le preguntó a Obregón – ¿Qué si la tal Regina es muy brava? – Obregón hizo por ensañarle su brazo izquierdo levantándose la manga con la boca – ¿Ves este rasguño? Me lo hizo la muy cabrona un día que traté de tomarla en mis brazos, es buena oportunidad de hacerle ver quien manda- Tomaron hacia el rumbo de la casa donde pernoctan para preparar todo el asalto ¡No resultará sencillo! Seguro habrá algunos escoltas que querrán parar el movimiento ¡Saben que si pierden a Regina serán fusilados por Carranza! Esto es más arriesgado de lo que creen.
¡La ciudad está llena de júbilo porque se ha anunciado el fin de los trabajos del constituyente! La fecha prevista y votada se concedió al 5 de febrero, los comerciantes apuran por lograr subir los precios en los últimos días de los constituyentes, tratar de sacar todo lo comprado, aunque a muchos la fecha cayó de sorpresa, los diputados tenían clara que en algún momento estaban considerados terminar la Carta Magna.
La noche de aquel día tiene un raro haz lunar, es tan potente ¡Que parece apenas alborada! Los cascos del piquete de hombres de Obregón comandados por Calles hacen por tomar la parte trasera de la gran casona de Carranza, cómo se acordó el portón de suministros está abierto ¡Unos perros ladran al nocturnal! Un hombre de Calles hace por ahorcarle para el silencio ¡El golpe fue letal! Entraron todos al patio central y escogieron la habitación, entraron por la puerta abierta para el asalto y descubrieron a Regina completamente desnuda recostada y en un profundo sueño, solo los ojos tapados con un camisón a manera de antifaz.
¡A codazos Calles les indica que le pongan el paño con cloroformo para lograr disminuir los reflejos! Así lo hacen, después de forcejear por la sorpresa de ser capturada ¡Cae en un sueño profundo! La envuelven en la sábana, cómo bulto la sacan en hombros de uno de los soldados ¡Al pasar por la mesa tiran la jarra de baño! Los soldados de guardia que escoltan la puerta principal hacen por llegar al escuchar el escándalo ¡Se entrelazan en una batalla cuerpo a cuerpo! ¡Mientras que quien carga a Regina sale por la puerta de atrás y se sube a su monta! Da a todo galope junto con Calles y solo dos que se quedaron a cubrir la retaguardia, esperan un tiempo y al verlos salir con las espadas llenas de sangre, subirse a sus montas ¡Toman hacia la salida del templo de la Cruz, en dónde ya les esperan!
Al llegar por la parte del portón principal del templo entran todos ¡Los aldabones sellaron el rapto! Regina ha sido extraída de su casa con el permiso de Carranza, esto será de antología una vez la joven despierte.
¡En la casona despiertan al general Carranza para hacerle ver la noticia! Quien raudo da la orden de perseguir a quienes resulten responsables, un batallón ¡El cuarto de caballería de Michoacán hacen por esparcirse por toda la ciudad! Han hecho cierres de las salidas y caminos que llevan a San Luis Potosí, Guanajuato, el antiguo camino a la ciudad de México, para el medio día no saben nada ¡Pareciera la tierra se la tragó! Un hilo de preocupación pasa por la mente de Carranza – ¡Si se atreve el general Obregón a tocar a Regina le voy a cortar el otro brazo! – Amenaza. Después de un rato los coroneles del batallón le rinden informe.
– ¡Señor no sabemos nada del paradero de la señorita Regina! Hay un rastro de sangre por la calle de atrás, creemos que alguien va herido ¡Pero por los caminos los guardias de entrada y salida de la ciudad no reportan a nadie! Si nos lo permite iremos casa por casa señor para esculcarlas – ¿Cuánto te lleva en tiempo eso coronel? – No pues sí unas dos semanas, pero si me traigo al batallón que resguarda San Juan del Río ¡Creo en una semana mi señor! – Carranza se peina su barba haciéndose ver preocupado, así que da la orden que comience por las casas más lejanas ¡Las del barrio de Santa Ana! – ¡Sí señor! Se cumple.
¡La desaparición de Regina se regó cómo polvorín por toda la pequeña ciudad! A simples días de conjurar la constitución, así que todos los equipos de apoyo para cuidar la pequeña ciudad se abocaron en el día al cuidado de los diputados y en la noche a tratar de conseguir alguna pista que los llevara a la tan querida y amada joven.
Convento de la Cruz, treinta de enero de 1917.
Las batallas de la gran guerra entre el ejército constitucionalista contra Villa y Morelos fueron completamente fuera de esta ciudad, neutral, con gran arraigo en los círculos republicanos, pero también odiada y casi repartida en los años del presidente Juárez ¡Aquí no hubo batallas de lo que Estados Unidos llama en sus periódicos Revolución Mexicana! Aquí fue un lugar de paso ¡Cierto algunos batallones pasaron por las vías del ferrocarril de la nueva estación! Pero solo fue eso ¡Saludarles! Fueron tantas veces que la ciudad se acostumbró al paso, cotidiano se convirtió.
El templo de la Cruz, así llamado un complejo conjunto arquitectónico de los franciscanos que fundaron estas tierras, construido cuando llegó el acueducto a la ciudad, ahora sirve de prisión de la señorita Regina, que al despertar no solo hizo por destruir todo lo que su celda había, sino que con improperios ¡Alzar la voz a sus captores! En reseñas familiares y fuertes palabras no dignas de una señorita de estas educaciones ¡Los celadores solo hacen por contenerla de manera verbal! – ¡Cálmese señorita! Solo seguimos indicaciones, de seguro en un rato contactaremos a su familia y nos dan una buena cantidad de monedas de oro por su rescate – ¡No tienen idea pendejos con quién se metieron! ¿Me conocen? – fúrica les grita.
– ¡No lo sabemos ni queremos saber! Fuimos por usted y la trajimos ¡Por eso trae eso harapos que encontramos en algunos baúles! Que de por nosotros igual y la dejamos a “raíz”, pero no somos malos, solo seguimos órdenes – ¡Dame un papel y un tintero! Ahorita mismo vas a llevar una carta al mismo jefe del ejército constitucionalista- dijo molesta acompañada de improperios.
– ¡Híjole señorita! Eso no será posible ¡Cómo nosotros no sabemos “ler” ni “escribir” pues no se nos da la gana! Coma mejor señorita porque de aquí no va a salir en un buen tiempo – ¡Regina hace por vencer los barrotes de la reja que cierra su celda! Imposible hacerles algo, fueron los lugares en dónde los franciscanos, según cuentan las leyendas ¡Atrapaban a personas endemoniadas para estudiarlas! Después de sus ejercicios espirituales la mayoría fallecía de hambre y sed.
Otro de los celadores se acercó a la joven para ofrecerle unas frutas de temporada, algunos chicozapotes, duraznos y membrillos, cuando estuvo a tiro ¡Le pateó la charola pegándole en el rostro! Cuando hizo por tomar con sus manos su cara Regina le metió la mano al bolsillo y le sacó las llaves ¡Luego le tomó del uniforme de forma ágil y le estrelló la cabeza hasta que perdió la conciencia! Cayó al suelo de la celda ¡La joven logró escapar! Al reconocer el lugar trata de buscar una ventana que de al sol ¡Todo es oscuridad! Cuando llegó a un descanso de escaleras abrió la pequeña puerta de madera ¡Del otro lado con un rifle le desfiguraron el rostro con un golpe seco! Es Obregón.
Continuará…