INQRO /ROSSY MARTÍNEZ
Con fervor y palma en mano, queretanos se congregan este domingo para conmemorar el Domingo de Ramos, marcando el inicio de la Semana Santa, de las celebraciones más importantes para la fe católica.
Desde tempranas horas, las principales iglesias de la capital y los municipios del estado esperan ríos de fieles, familias enteras que acuden para participar en la tradicional bendición de las palmas.
La tradición de las palmas benditas, que muchos llevarán a sus hogares como símbolo de fe y protección, se mantuvo viva en todo el estado. Artesanos locales ofrecen cada año una variedad de diseños elaborados con esmero, desde sencillas cruces hasta complejas figuras.
Con el Domingo de Ramos, Querétaro da inicio a una semana de profunda reflexión y actividades religiosas que culminarán con la celebración de la Resurrección el próximo Domingo de Pascua. Se espera una nutrida participación en las diversas ceremonias y representaciones de la Pasión que se llevarán a cabo en los diferentes municipios del estado. Las autoridades locales han implementado operativos para garantizar la seguridad y el orden durante estas festividades.
CELEBRA SJR CON FERVOR
Con profunda fe y en medio de un ambiente de reconocimiento espiritual, la Parroquia de San Juan Bautista celebró este domingo la tradicional procesión del Domingo de Ramos, marcando así el inicio de la Semana Santa para los creyentes católicos del municipio.
La ceremonia comenzó en el Santuario Guadalupano, donde decenas de fieles se congregaron con palmas en mano para recordar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. El párroco Jorge Hernández Nieto fue el encargado de bendecir las palmas con agua bendita, recordando que esta celebración marca el comienzo del camino hacia la pasión, muerte y resurrección de Cristo. “Hoy nos reunimos para la celebración de la pasión y resurrección de Jesucristo, que iniciaron con su entrada triunfal a Jerusalén”, expresó el sacerdote.
Durante la procesión, los asistentes caminaron por los alrededores de la Plaza Independencia, agitando sus palmas al paso del incienso, en una manifestación pública de fe y esperanza. La caminata culminó en la parroquia de San Juan Bautista, donde se llevó a cabo la misa solemne.
Fieles asistentes a esta celebración destacaron el valor espiritual de la ceremonia. “Es una tradición hermosa que trae muchos milagros. Cada año venimos, bendecimos las palmas y las colocamos en casa o en el carro como protección”, compartieron.
También participaron miembros de la Hermandad de Cristo, quienes dieron testimonio de cómo su fe ha guiado sus vidas.
La parroquia, adornada con cientos de palmas, fue testigo de una celebración marcada por la devoción, donde los creyentes elevaron sus oraciones en conmemoración del sacrificio de Jesucristo, quien llegó para la salvación.