Durante la jornada electoral de este domingo 1º de junio, ciudadanos del municipio de Querétaro compartieron opiniones divididas sobre la elección popular de integrantes del Poder Judicial. Mientras algunos consideran que se trata de un avance democrático, otros advierten posibles riesgos para la autonomía judicial.
Roberto Vázquez, quien acudió a votar desde otra zona de la ciudad, consideró positivo que la ciudadanía tenga por primera vez la posibilidad de elegir a quienes integrarán el Poder Judicial. Además, compartió que la elección del Poder Judicial seguirá y se puede aprender de esta primera jornada de votaciones.
“Es la primera vez que México logra un gran cambio en el sentido de que ahora sí ya todos los mexicanos vamos a poder escoger a las personas que nos van a gobernar como debe de ser (…) A partir de aquí, se va a aprender y, depende de los resultados que haya, va a cambiar yo creo que para las próximas elecciones de este tipo”, señaló.
Sin embargo, lamentó la falta de información sobre los perfiles y la poca participación civil en la jornada electoral: “No conozco ni sus carreras, ni sus logros (…) Por lo que veo casi no hay gente votando. Entonces, no sé si realmente vaya a lograrse el cambio que queremos porque no se le dio mucha difusión el venir a votar”, expresó.
En contraste, José Santamarina, quien participó en la manifestación realizada en Plaza de Armas en rechazo a estas elecciones, afirmó que el proceso representa un retroceso. El integrante de la asociación civil y apartidista denominada ‘Fénix’, hizo un llamado a deslegitimar la votación mediante la abstención y a mantener la protesta ciudadana.
“Es un paso hacia atrás porque uno de los valores que tiene el Poder Judicial es que está conformado por personas que conocen la ley. Personas que no tienen ningún compromiso con un grupo político, con un partido o con un grupo empresarial, con un grupo mafioso. Son personas que, por competencia, presentan exámenes y así se van integrando y van subiendo la escala dentro del poder (…) Si son escogidos por votación, esos nuevos jueces no van a responder para que se cumpla la ley adecuadamente. Van a responderle a aquellos que financiaron sus campañas y que los llevaron a esa posición”, externó.
Una tercera opinión, compartida bajo anonimato por un queretano identificado como “Casa Azul”, combinó una postura contraria y pragmática. Aunque no confía en que estas elecciones generen mejoras en la justicia, destacó que hay candidaturas valiosas y consideró que es necesario que la ciudadanía ejerza su derecho al voto. “No hay de otra más que participar (…) El silencio es lo peor que existe”, consideró.
Los entrevistados coincidieron en que el proceso careció de difusión suficiente, especialmente respecto al perfil de los aspirantes. Roberto Vázquez subrayó complicaciones logísticas, como la ubicación lejana de casillas especiales para personas que provienen de distintas partes de la ciudad o el estado, lo que desincentivó la participación.
Santamarina también comparó el caso mexicano con el de otros países latinoamericanos, y mostró su preocupación por el riesgo de incrementar la corrupción. “Esto es muy grave porque países que están en una situación económica muy compleja como Cuba, como Venezuela, así empezaron. Empezaron con estos ejercicios y, actualmente, en lugar de mejorar, en lugar de evitar la corrupción, han empeorado y han incrementado el nivel de corrupción que existe en cada uno de ellos”, advirtió.
Las elecciones se desarrollaron en un contexto de posturas contrastantes entre quienes ven en el nuevo modelo una vía de democratización, y quienes advierten una amenaza a la justicia mexicana. A pesar de ello, los votantes entrevistados coincidieron en la importancia de hacer oír su voz, ya sea a través del voto o de la protesta.





