La salida de José Oriol Bosch de la dirección general de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), tras casi una década en el cargo, se da luego de que la compañía sufriera una caída en las emisiones, principalmente de capital, ya sea por quiebras o falta de atractivo de las empresas para mantenerse públicas.
Incluso algunas de ellas se mudaron a su competidora, la Bolsa Institucional de Valores (Biva).
Jacobo Rodríguez, director de Roga Capital, sostuvo que si bien no se puede atribuir la salida de emisoras a la gestión de Oriol Bosch, lo cierto es que bajo su dirección el desliste de empresas y el estancamiento de nuevas Ofertas Públicas Iniciales (OPIs) fue notorio.
“La gestión queda a deber definitivamente en ese aspecto, pero no se le puede atribuir todo al director actual porque también tiene que ver con las propias condiciones del mercado.
“Los puntos negativos de la gestión de Bosch Par definitivamente tienen que ver con un retroceso en lo que implica el tamaño del mercado de valores, en el sentido de que hemos visto muchas empresas deslistándose”, comentó el experto.
No obstante, destacó, con todo y salida de emisoras, Oriol Bosch logró mantener en crecimiento los ingresos de la Bolsa Mexicana de Valores, al diversificar su negocio, en el que ahora pesan más los ingresos que provienen el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC) o el mercado de derivados MexDer.
Entre el cierre de 2014 y lo que va de 2024, periodo en el que Bosch Par ha estado al frente de la compañía, Grupo Bolsa Mexicana de Valores logró que sus ingresos crecieran 75 por ciento, aunque en los últimos años, el crecimiento fue menor.
En tanto, el precio de la acción de la empresa (BOLSAA) pasó de 26.6 pesos a 31.02 pesos, lo que representa un alza de más de 16 por ciento.
Jacobo Rodríguez insistió en que, a pesar del desliste de emisoras, la BMV se ha mantenido como una empresa rentable.