El presidente ruso, Vladímir Putin, encargó este lunes aumentar la producción de los drones kamikaze rusos Kub y Lancet, producidos por el consorcio militar Kaláshnikov.
“Los productores me prometieron aumentar la producción (de drones). Lo están cumpliendo, pero hay que aumentarla aún más”, dijo Putin en una reunión con Serguéi Chémezov, director ejecutivo de la corporación Rostec, que reúne 17 grupos de empresas, 14 de ellos de la industria de la defensa.
Putin afirmó que tanto Kub como Lancet “han probado su efectividad” en las operaciones bélicas en Ucrania.
Según el jefe del Kremlin, tras los ataques “poderosos” de los drones rusos arde cualquier equipo militar, incluido el occidental.
Chémezov, por su parte, aseguró que en 2022 se cumplió casi el 100 por ciento del encargo estatal a la industria de defensa.
Las empresas de Rostec cubren “completamente” las necesidades del Ministerio de Defensa, aseguró.
Radares pequeños para detectar drones
Además, anunció que los especialistas de esa corporación trabajan ahora en la creación de unos “radares pequeños” para detectar drones.
“Los radares existentes no siempre pueden localizar esos objetivos porque vuelan bajo y los radares de ahora están hechos para interceptar aviones, misiles y otros (blancos) que vuelan más alto”, explicó.
El Gobierno ruso aprobó el pasado junio una estrategia de desarrollo de los sistemas de aviación no tripulada que prevé el incremento paulatino de la producción de drones comerciales hasta un millón de unidades anuales para 2035.
Se espera que la producción ascienda a 370.000 unidades anuales entre 2023 y 2026, y alcance el nivel del millón anuales entre 2031 y 2035.
Además, está previsto que para 2036 el 80 % de los sistemas aéreos no tripulados sean de fabricación rusa.