Tras haber entregado un informe a Protección Civil del municipio, el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Querétaro Manuel Naredo Naredo, advirtió que hay 70 inmuebles en el centro histórico que por sus malas condiciones estructurales representan un riesgo franco para la población. Así lo explicó el delegado Federal al apuntar que si bien a la dependencia le corresponde la preservación de todo el patrimonio histórico, los primeros responsables son los propietarios de los inmuebles. Sin embargo, reconoció que se encuentran ante un entramado legal por los eternos litigios alrededor de dichas propiedades. El otro tema es lo elevado de los costos para restaurar los inmuebles que se han reducido a escombros y por ello, solo pueden apuntalarlos para que no terminen de derrumbarse “Nosotros siempre estamos en la mejor disposición en acompañarlos en el proceso en las medidas de nuestras posibilidades con el fin de proteger el patrimonio histórico”.
Manuel Naredo dijo que de ser necesario el Instituto a su cargo puede autorizar la demolición parcial de ciertos inmuebles para evitar una tragedia que vaya mas allá de lo material. Afirmó que se han dado casos en los que no se localiza a propietario alguno y es cuando tienen que entrar a tirar bardas “Hay un inmueble en la calle de Escobedo cuyo segundo nivel amenaza con desplomarse. Ahí tendrían que tomarse medidas de Protección Civil. Pero nosotros ni siquiera podemos entrar y por eso es importante trabajar con las dependencias que sí tienen las atribuciones legales de hacerlo”.
El delegado del INAH, declaró que de las poco más de 70 propiedades, hay 12 que están al borde del colapso. Aún cuando señaló que la gran mayoría se encuentran deshabitados, afirmó que se han encontrado inmuebles en donde personas ajenas al mismo se meten a vivir con lo que ponen sus vidas en riesgo. Por último, refirió que el problema se puede ver acentuado con la temporada de lluvias que entraría en las próximas semanas a la entidad debilitando aún más la estructura de los inmuebles.
POR: FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ