Ante la imposición de aranceles estadounidenses, el PAN en la Cámara de Diputados presentó un plan de rescate automotriz, cuyo objetivo es que funcione como una herramienta permanente para beneficio de la economía mexicana.
El coordinador de la bancada, Elías Lixa, detalló que la propuesta está conformada por seis puntos, incluida una iniciativa de ley en la que se indica la creación de un Consejo Nacional de la industria automotriz que permitiría la participación de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y la ciudadanía.
El diputado Miguel Salim abundó que el Consejo contenido en la Ley de Protección y Fomento a la Industria Automotriz -que presentará su compañero César Rendón la siguiente semana- estará integrado por los titulares de las Secretarías de Economía (SE), Hacienda (SHCP), Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti.).
Además de tres gobernadores de los estados donde la industria sea considerada una actividad importante y representantes de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, la Industria Nacional de Autopartes, del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de importación, Asociación Mexicana de Distribuidores Automotrices y de tres instituciones académicas que elija el Secihti.
Los otros ejes de la estrategia incluyen brindar estímulos fiscales a las pequeñas y medianas empresas para que continúen exportando, pese a los retos comerciales; deducibilidad de 100 por ciento de los aranceles en cualquier impuesto y la suspensión temporal sobre el impuesto de automóviles fabricados en México.
En caso de que los aranceles superen 10 por ciento del costo, el grupo propuso que se cancele el impuesto sobre los automóviles nuevos.
Asimismo, reiteró la solicitud de eliminación del IEPS sobre la gasolina y garantizar un seguro de desempleo.
Lixa recordó que ante una circunstancia adversa -a la que se suma que la expectativa de crecimiento que ayer la Secretaría de Hacienda redujo de 2.5 a 1.9 en promedio este año- es necesario que el País envíe mensajes claros que aseguren la inversión.
“México tiene que mandar mensajes claros, que (digan) que lo que se invierte está bien invertido, a menos que quieran seguir diciendo que ante la adversidad hay que bailar en el Zócalo”, declaró.
