Con la promesa de que hará un presupuesto sin excesos y responsable, pero garantizando la calidad de su trabajo, el Instituto Nacional Electoral (INE) instaló la comisión que diseñará su gasto para 2025.
En tanto, Morena y la Contraloría exigieron un rediseño de la estructura y recortar gastos, así como partir de un presupuesto cero, no inercial.
El presidente de la comisión, el consejero Uuc Kib Espadas, reconoció que el diseño presupuestal exige ceñirse, de manera estricta, a criterios de racionalidad en el gasto.
Habrá, prometió, una gran dedicación en la elaboración del presupuesto, y se revisarán a detalle los proyectos del organismo, sus efectos y pertinencia.
“Estamos hablando del uso de dineros públicos para proporcionar un servicio público, con lo cual habrá que ser muy puntuales en revisar la calidad del servicio que se presta a la sociedad y ajustarse supuestamente a aquello que esa calidad exija”, expuso el consejero electoral.
“Sin excesos, con eficiencia y, sin duda, con responsabilidad y con capacidad para rendir cuentas de esto”.
El representante de Morena, Jaime Castañeda, le aclaró que sólo coincidía con él en que debe haber una reflexión sobre el diseño presupuestal, pues su partido considera que debe hacerse una reestructuración del personal, de las compras y la obra pública.
Castañeda consideró que es el inicio de un nuevo ciclo, por lo que el INE debe ver de otra manera el diseño y construcción de su presupuesto.
“Se deben observar varios elementos, como el sistema de planeación institucional, el rediseño de estructuras organizacionales, el capítulo 1000, hay que ver si está optimizado o no. Los servicios personales, los permanentes y los eventuales”, afirmó.
“Es el momento de revisar los servicios tecnológicos y la dependencia que se tiene de proveedores, el modelo de adquisiciones de bienes muebles e inmuebles. La forma en la que se hace la obra pública también debe ser revalorada”.