Abelardo Madera Canales
Principios; son normas, reglas o leyes fundamentales que rigen la conducta correcta o el funcionamiento de sistemas y sociedades, ofreciendo un marco ético y moral para guiar acciones hacia el bien común y prevenir errores y prácticamente a nosotros nos las inculcan a través de la disciplina e incluye el principio de buena fe, la dignidad humana y respeto a los derechos fundamentales.
Los valores; son cualidades o ideas que una sociedad o persona considera deseables y que guían el comportamiento, ayudándoles a diferenciar lo correcto de lo incorrecto y a convivir de forma armónica, actúan como una brújula ética y moral, incluyen la justicia, honestidad, respeto, libertad y solidaridad.
En lo personal me surgió esta gran pregunta, ¿En qué momento nosotros los militares egresados del heroico colegio militar nos desviamos de estos principios y valores que nos rigen durante nuestra carrera militar?
Voy a hacer remembranza desde niño, es decir, que desde que uno es niño, esos principios y valores son inculcados en tu casa y también en las escuelas, posteriormente fueron ratificados o acrecentados al ingreso a la vida militar y los vas aplicando durante el desempeño de tus actividades y funciones militares, según yo se requiere de principios y valores sólidos para que no seas tentado por ofrecimientos o dadivas para hacer o dejar de hacer tu función y que siempre debes de actuar conforme lo dicta nuestra disciplina militar, así como leyes y reglamentos.
Tenemos ejemplos muy claros del gran legado de nuestros hermanos “héroes” que nos antecedieron, y puedo decir que son más los buenos legados o ejemplos que los malos, para que los emulemos, apliquemos y honremos, por lo que citaré los más significativos:
Vamos a partir desde el 11 de octubre de 1823 cuando en los recios muros de piedra del Castillo de San Carlos, en Perote, Ver. Fue elegido por el gobierno nacional para que sirviera de albergue a los jóvenes cadetes del colegio militar, mismos que desde muy jóvenes se les inculcaran estos principios y valores que han prevalecido a lo largo de 2 siglos, es decir, mismo que es aureolado por una tradición gloriosa y de amor constante por la patria.
El primer ejemplo es: cuando el motín de la Acordada el 30 de septiembre de 1828, donde fue encabezado por el general José María Lobato, contra el presidente Guadalupe Victoria, por las elecciones presidenciales donde según fue ganador el General Manuel Gómez Pedraza y no lo reconocieron, debido a ese levantamiento los cadetes del colegio militar se pusieron a las órdenes del gobierno legalmente constituido “del Gral. Guadalupe Victoria” y combatieron contra las columnas rebeldes durante ese levantamiento.
El ejemplo más glorioso e icónico, es la batalla de Chapultepec, esta fue un conflicto armado que tuvo lugar el 13 de septiembre de 1847, durante la guerra México-Estados Unidos, en el cerro llamado Chapultepec; donde E.U., deseaba apoderarse del territorio del norte del Rio Bravo, incluido Texas, por lo que México se defendió y uno de los últimos bastiones fue el cerro del castillo de Chapultepec, donde se encontraba el Colegio Militar y era conformado por 100 alumnos y 800 soldados de diferentes batallones del ejército mexicano, Chapultepec estaba comandado por el General Nicolás Bravo “héroe de la independencia” y el batallón de San Blas bajo el mando del Tte.Cor. Felipe Santiago Xicoténcatl, mismo que fue herido dos veces y al final falleció. Finalmente 6 jóvenes cadetes defendieron heroicamente el castillo de Chapultepec y aunque eran minoría se negaron a rendirse y así resistieron hasta morir, logrando defender el castillo y la Bandera Nacional, demostrando al mundo Valentía, Patriotismo y Lealtad por la patria y hoy su gran legado lo hacemos propio los hijos del actual Heroico Colegio Militar.
Un acto también muy digno de heroísmo, es la llamada marcha de la Lealtad, que se realizó el 9 de febrero de 1913, donde los cadetes del Heroico Colegio Militar escoltaron al presidente Francisco I. Madero del castillo de Chapultepec a Palacio Nacional, durante el inicio del golpe de estado conocido como decena Trágica, a cargo del General Manuel Mondragón quien se levantó en armas y después se supo que Victoriano Huerta estaba arreglando con los opositores y firmo un pacto “de la embajada” en la sede de la embajada de los E.U. en México y así consumando la traición y destituyeron al presidente Madero y vicepresidente Pino Suárez.
Ya para terminar mencionaré la última carga de caballería protagonizada por los cadetes del Colegio Militar en Apizaco, Tlax. Un 9 de mayo de 1920, para proteger el tren del presidente Venustiano Carranza y su gabinete, durante su traslado para instalarse en el puerto de Veracruz.
Mi invitación es que todos los militares hijos del Heroico Colegio Militar, al unísono, reafirmemos y defendamos nuestros principios y valores a los cuales nos debemos y que en todas las actividades donde participen las fuerzas armadas velemos por su dignificación y honorabilidad, para que sean respetadas y valoradas, así mismo que nuestro lema del Heroico Colegio Militar, “Por el Honor de México” sea nuestro unico eje rector y guía principal, ya basta de dejarse engañar por personas apátridas o de venderse por unas migajas o dádivas y cerremos filas por el bien de la patria.
