Sergio Ángeles
El peso mexicano se encuentra bajo la mira de los mercados a menos de una semana de que Donald Trump regrese a la Presidencia de los Estados Unidos debido a la volatilidad que podría reflejar a partir del 20 de enero, por lo que el banco Citi prevé que la divisa enfrente presiones bajistas en el corto plazo.
“El peso mexicano ya había mostrado un fuerte shock el año pasado impulsado por la barrida de Morena en la elección presidencial local y más prominentemente en el Congreso, eso provocó un reposicionamiento significativo, una devaluación significativa del peso y en los efectos nominales del tipo de cambio. Entonces, vimos que el peso se acercaba a lo que fue un máximo reciente. El nivel actual de la moneda está ligeramente por encima de su promedio de permanencia.
“Eso habla aproximadamente en línea con las opiniones apalancadas de Citi, con una dinámica de posiciones ligeras. Entrando en la semana de la inauguración de la nueva Administración (Trump), seguimos siendo bajistas para el peso y a muy corto plazo”, expuso Iván Riveros, estratega de divisas y tasas de América Latina de Citi, en conferencia.
Argumentó que la posición de Citi respecto al peso mexicano se debe a tres pilares únicos con los que cuenta la moneda: la correlación de los ciclos económicos entre México y Estados Unidos, la gran repatriación de dólares y su alto valor en el carry trade, mismos que podrían ser cuestionados con el retorno del republicano de 78 años.
“El proteccionismo de los Estados Unidos significa que, de alguna forma, vemos que la nueva Administración Trump cuestionará algunos de estos temas más allá de la inmigración, que claramente estará en el primer plano de las negociaciones.
“No vemos a Trump imponiendo estructuralmente nuevos aranceles bilaterales. Lo que quiero decir con esto es que a largo plazo es lo mejor, porque nuestro mejor escenario base sigue siendo el uso de la amenaza de aranceles como moneda de cambio. Con posiciones comerciales solo transitorias, pero suficientes como para presionar no únicamente al peso, sino a las autoridades mexicanas para cumplir con las negociaciones del T-MEC”, aseveró Riveros.
En ese sentido, indicó que el equipo económico de Citi pronostica un crecimiento de 0.8 por ciento anual en el Producto Interno Bruto (PIB) de México para este año, un pronóstico que no incorpora dentro de su modelo posiciones arancelarias por parte de Estados Unidos.
Riveros añadió que otro factor presente en la posición de Citi respecto al peso es el hecho de que el Banco de México (Banxico) seguirá flexibilizando su política monetaria a lo largo de 2025.
“México es la única economía real hoy, incluso con la presión sobre el peso mexicano, que ha seguido mostrando desinflación. Entonces, si algún banco central continuará con una carrera prolongada en términos de flexibilización monetaria, es Banxico.
“Esperamos que sus tasas se ajusten y todavía somos bastante cautelosos, por lo que actualmente estamos utilizando al peso con una ponderación inferior, pero solamente como una operación de valor relativo en nuestra cartera en este momento”, puntualizó el estratega.