En octubre de 1962, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética pusieron al mundo al borde de la guerra nuclear por la instalación de bases de misiles rusos en Cuba, México, salvo su abstención en el tema de invadir la isla caribeña, no dudo en apoyar a los norteamericanos.
Político pragmático, el Presidente López Mateos rechazó la cómoda neutralidad “pacifista”. Vale recordar aquel episodio, pues los que saben señalan que el activismo de China, la segunda economía del mundo, está en ruta de colisión con Estados Unidos.
Tres mil kilómetros de frontera con la primera economía del mundo hacen más que probable que las nuevas generaciones vivan las realidades de la geopolítica de otra Guerra Fría que exigirá definiciones y sin espacio para la comodina neutralidad.
Guardia Nacional: a tiempo de enmendar yerros
A diferencia de la mayoría, para quien esto escribe no importa si la Guardia Nacional tiene mando civil o militar, importa hacer los cambios legales necesarios para convertirla en la policía federal nacional que originalmente planeó el Presidente López Obrador.
Lástima que el gran proyecto sexenal de la Guardia lo descarrilaron la politiquería interna y la incapacidad del Gobierno para lidiar las presiones y grillas civiles y militares dificultaron aterrizarlo en la realidad.
Dirimido el tema del mando, quizá debieran adaptar su estructura a un esquema de seguridad que considere relevante invertir recursos, tiempo, capacitación y los cambios para crear una real policía federal nacional y no un conjunto de presenciales tropas auxiliares del Ejército.
Fidel Castro legitimó a Salinas en 1988
En noviembre de 1988 no se había apaciguado la tormenta política por las elecciones presidenciales de julio. Los reclamos de fraude especialmente vigorosos desde los grupos de izquierda que reclamaban que hicieron fraude a su candidato Cuauhtémoc Cárdenas y calificaban como ilegítimo a Carlos Salinas de Gortari.
Dos días antes de la toma de posesión de la Presidencia por Carlos Salinas de Gortari, se anunció que el Comandante Fidel Castro Ruz de Cuba asistiría como invitado especial a la toma de posesión el uno de diciembre de 1988.
Hubo forzada pausa en la estridente narrativa de “la caída del sistema” y los reclamos de fraude. La todavía imponente presencia del ícono de la izquierda latinoamericana en la galería de los invitados especiales dieron al Presidente Salinas la legitimidad que necesitaba acreditar. Cosas del realismo político, supongo.
NOTAS EN REMOLINO
Una entrega recepción interesante cuando Francisco Almazán tome posesión del Centro Nacional de Inteligencia. ¿Dejará el general Audomaro Martínez todos los, digamos “reportes” sobre actividades del equipo de la doctora Sheinbaum? … Por cierto, apenas iniciado el nuevo Gobierno de la República se pondrá en marcha el proceso para elegir titular de la CNDH. Oportunidad de reivindicar a la institución… El senador Miguel Ángel Yunes Marques estuvo en el cuartel general de la Presidenta Electa. Quizá alguien parafraseó a John Le Carré: “si, lo es, pero es nuestro” … Digna de reflexión el pensamiento de Jorge Luis Borges sobre soledad: “Estoy solo y no hay nadie en el espejo” …