Mauricio Ángel
A seis años de su último material, Juan Manuel Torreblanca presenta un nuevo álbum que reúne canciones compuestas tanto en giras previas a la pandemia como en tiempos más recientes, todas con un espíritu de optimismo.
El nombre tentativo del disco será Protocolo de Caídas, concepto que surge de un formato de aseguradoras en hospitales, donde se compromete a familiares a no demandar si el paciente sufre una caída.
El intérprete de Roma conoció el término cuando su padre estuvo hospitalizado y decidió reinterpretarlo como metáfora de los errores, accidentes y situaciones inesperadas de la vida.
“Pienso en la caída como metáfora, a veces del error, del accidente y lo inesperado. Es algo inevitable en nuestras vidas, siempre va a haber accidentes y, más que esperar que no nos pasen, la verdadera riqueza está en aprender a caer mejor. Es la médula de este disco”, explicó el cantautor en conferencia virtual.
Contrario a lo que sugiere el título, el álbum busca que sus canciones inviten a bailar y disfrutar, como lo hace su nuevo sencillo, Todo lo que Diga Será Usado en mi Contra, que se estrena este viernes en plataformas digitales.
“Tenemos muy presente que ha sido en el panorama mundial un año muy difícil, hay muchos conflictos que están todo el tiempo en nuestros teléfonos y en nuestras computadoras, tanto locales como internacionales, y es muy agridulce.
“Pero es muy importante el momento del arte que hacemos de humanos para humanos. La música que es para bailar nos conecta y nos permite no estar tanto en la preocupación y la angustia, sino estar en el cuerpo”, consideró.
El artista comenzó su proyecto en 2007 y lo manejó como grupo hasta 2016; ahora lo dirige como una unión libre, manteniendo coincidencias con los términos que le gusta emplear. Por ejemplo, el nombre de su nuevo sencillo retoma frases de series policiacas, como ya había hecho con su canción Defensa en 2010.
“Hay un campo semántico de series de detectives, juzgados y policías, pero es muy diferente lo que inspira ambas canciones. Cuando yo era joven adolescente que empezaba a componer, tenía esa cosa arrogante, pretenciosa, de decir: ‘Guácala las canciones de amor’.
“Pero es complejo escribir canciones de amor y que no suenen a ChatGPT, como cualquier cosa metida en la licuadora. Tenía noción de que algunas de mis canciones necesitaban glosario, la letra era muy críptica, se me salía la licenciatura en Letras Hispánicas, y quería hacer canciones que pudiera entender mi abuela y mi sobrina”, describió.
El interés en el baile y el disfrute también guiará su próximo concierto en el Lunario del Auditorio Nacional, el 10 de septiembre, fecha que coincide con su cumpleaños.
Inspirado en la forma en que Björk divide sus conciertos entre temas tristes y otros imposibles de no bailar, Torreblanca promete sorpresas que incluirán canciones de toda su discografía.








