La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) manifestó su preocupación por el Plan B de Reforma Electoral, el cual todavía se discute en el Senado de la República.
En un comunicado en redes sociales, la Iglesia mexicana detalló que dicha preocupación sobre el Plan B de Reforma Electoral se debe a “diversos señalamientos que se han hecho sobre irregularidades en el proceso legislativo y sobre el contenido de modificación a diversas leyes electorales”.
“Ante la controversia que se ha generado por la propuesta de Reforma Electoral que se discute en el Congreso de la Unión, dentro del llamado Plan B, los obispos de México, expresamos nuestra preocupación por diversos señalamientos que se han hecho sobre irregularidades en el proceso legislativo y sobre el contenido de modificación a diversas leyes electorales”, apuntó.
Por ello, hicieron un llamado para que las decisiones legislativas y judiciales que se acuerden, “respeten los principios constitucionales de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad, que rigen nuestro sistema electoral”.
“Expresamos nuestra confianza en que los legisladores y las autoridades que participan en estas deliberaciones, resolverán con estricto apego a la ley, lo que sea mejor para la consolidación de nuestra democracia, el bienestar, la paz y la concordia que hoy tanto necesita nuestro país”, detalló la CEM.
Con la nueva reforma legal se pretende ahorrar 3 mil 500 millones de pesos en el Instituto Nacional Electoral (INE), eliminar facultades para sancionar partidos y funcionarios, así como desaparecer el conteo rápido que se da inmediatamente después de una elección en México.
De acuerdo con diversas organizaciones, los cambios son inconstitucionales porque violan derechos referentes al voto libre en elecciones auténticas y democráticas, así como la autonomía INE.
Además, señalaron que están en riesgo las próximas elecciones presidenciales de junio de 2024 ante la reducción de personal, el padrón electoral y las credenciales de identificación para votar, la certeza de los resultados de una elección y, sobre todo, que desmantela al INE al reducir un 84.6 por ciento su personal profesional.
Con información de agencias