Pese al crecimiento del comercio electrónico, 75 por ciento de los mexicanos confían más en la adquisición de sus productos en tiendas físicas que en medios digitales, de acuerdo con Roland Berger México.
La confianza se eleva o disminuye según la categoría de los artículos. Si se habla de alimentos y bebidas la búsqueda del contacto físico por el artículo sube a 88 por ciento.
En el caso de la adquisición de productos eléctricos y artículos del hogar entre 40 y 45 por ciento se compra de manera presencial.
Si bien después de la pandemia se aceleró el crecimiento del comercio electrónico, las personas se inclinan por acudir a las tiendas físicas para poder tener mayor cercanía del producto, para tocarlo y verlo, explicó Gilberto Lozano, socio director y líder de la práctica de Bienes de Consumo y Venta Minorista de Roland Berger México.
Otro factor que impulsa las adquisiciones de manera física es que no en todas las zonas del país se tiene el mismo alcance respecto a la digitalización, lo cual limita el acceso de las compras en línea, refirió Lozano.
Aunado a ello los sitios en línea todavía enfrentan complicaciones como ofrecer una mayor variedad de productos, al tiempo que se demanda una más agilidad en sus servicios.
“Las plataformas digitales tienen grandes retos que resolver como el tema de variedad de los productos y la disponibilidad, velocidad de entrega”, detalló.
Destacó que la Generación Z, personas que suelen estar en edad universitaria, es la menos sensible al precio.
Como apenas empiezan a laborar, todavía no se administran con precisión y algunos de ellos apenas están aprendiendo a ser consumidores responsables.
Por otro lado, el cuidado del medio ambiente cada vez es una preocupación mayor, pues según datos de Roland Berger México 54 por ciento de los consumidores afirma que la sostenibilidad es extremadamente o muy importante en las decisiones de compra.
Entre las principales preocupaciones para los mexicanos respecto a ese tema está la cada vez mayor escasez de agua.
Además de que las personas prefieren consumir más empaques con materiales reciclados y evitar un mayor impacto al medio ambiente.