LOS USUARIOS del transporte público prefieren esperar su camión debajo de los pocos árboles de las avenidas como 5 de Febrero que en los calurosos paraderos de la zona metropolitana. Dos problemas dos: el de Qrobús que tarda mucho en pasar y le están encomendando a Gerardo Cuanalo y el de la devastación ecológica. Urge Atender ambos.