“La gente tiene muchas necesidades”, me dijo un cura hace años. El golpe maestro de “la revolución de las conciencias” fue aliviarlas con programas redistributivos, cuya premisa de “que sepan a quién se los deben” aseguró lo que Federico Berrueto ha calificado como “complacencia social”.
Esa complacencia facilitó la blitzkrieg política del “Partido-Movimiento” que borró la primavera democrática de 27 años y antes de 2024 impuso un nuevo régimen político: la resurrección de la Presidencia Imperial con toda su regresiva e inmensa concentración de poder.
Y, mientras tantas lúcidas inteligencias debaten las acciones y rumbo del Partido-Movimiento, en Palacio Nacional anuncian que para 2026 aumentará a un billón de pesos el costo de los programas sociales. Más de 164 mil millones de pesos adicionales para “aliviar las necesidades”. ¿De dónde saldrán? Ya veremos, dijo el clásico.
CDMX: ¿tropiezo en el sector salud?
Los reclamos de personal de los hospitales de CDMX que ya pasaron al sistema de IMSS-Bienestar se multiplican, lo mismo es por salarios que por inaceptables desabastos de insumos y medicamentos básicos.
Como todos los gobernadores que firmaron convenios para entregarle al Gobierno de la República sus clínicas y hospitales, la Jefa de Gobierno de CDMX, Clara Brugada, bien puede alegar que ya el problema no es suyo, sino del IMSS-Bienestar.
El hecho es que la Jefa de Gobierno de CDMX sabe que la elección la hizo desde octubre una aspirante a la candidatura presidencial de su partido, razón suficiente para no ignorar el problema en el sector salud de la Capital de la República, pues, a querer o no, ya está inmersa en una contienda que es a navaja limpia.
En la vida y la política no todo lo brillante es oro
Hace medio siglo, se convocó a una manifestación en el Zócalo para respaldar algo del Presidente Luis Echeverría. Desde el balcón central de Palacio, al ver la multitud que colmaba la plaza, doña María Esther Zuno, esposa del Presidente, asombró a los políticos a quienes dijo: “vean cuánto quiere la gente a Luis”.
Los asombró, porque los políticos creían que la esposa del Presidente Echeverría, tan activa políticamente, no ignoraba que históricamente, las estructuras del Partido Oficial se encargan de llenar las plazas para los gobernantes.
Más realista, el presidente Adolfo López Mateos, como se ha contado en este generoso espacio de El Economista, cuando el gobernador de Puebla le preguntó: “¿En qué piensa, señor Presidente, en cuanto le quiere la gente”? “No –respondió López Mateos-, pensaba cuánto le costó reunir toda esta gente”.
NOTAS EN REMOLINO
Quizá los brotes de sarampión y tosferina debieran sonar alguna alarma en el sector salud para, no escatimar costos y restablecer los programas de vacunación que hace una década todavía eran ejemplo global. No importa que las llamen vacunas bienestar… La decisión de la SEP de restablecer la prueba PISA es, digan lo que digan, un cambio más en la continuidad. Tratándose de la educación, es un cambio bienvenido… Ahora resulta que para hablar de la gestión en Pemex de Octavio Romero Oropeza hay que parafrasear y decir: “Culpas son del tiempo, no de Octavio” … Gran reflexión de Mark Twain: “El paraíso lo prefiero por el clima; el infierno por la compañía” …