POR: LÓPEZ-DÓRIGA.COM
Los habitantes de Namie, el poblado más cercano a la central nuclear de Fukushima, ya no corren un riesgo importante por la radiación. Sin embargo, se enfrentan un nuevo problema a su regreso a casa, pues la zona se ha llenado de jabalíes salvajes tras pasar seis años deshabitada.
Los animales, conocidos por ser agresivos con las personas, comenzaron a descender de la montaña y de bosques cercanos, sin que parezca factible que regresen al bosque en el corto plazo.
De acuerdo con Tomotsu Baba, alcalde de Namier, “después de que la gente se fue, los jabalíes empezaron a bajar de las montañas y ahora no van a volver a los bosques. Encontraron un lugar que era cómodo, estaba lleno de comida y donde nadie iba a ir tras ellos”.
Para lidiar con el problema, un grupo de 13 habitantes han colocado 30 trampas con harina de arroz, lo que les ha permitido capturar y matar a cerca de 300 animales y el alcalde afirmó que la caza continuará.
“Si no nos deshacemos de ellos y no convertimos esto en una población de humanos, la situación se volverá más salvaje e inhabitable. En este momento no está claro quién manda en el pueblo, las personas o los jabalíes salvajes”, comentó.
Namie, ubicado a solo cuatro kilómetros de la planta nuclear, tenía 21 mil 500 habitantes al momento del desastre nuclear de 2011 y cerca de la mitad de sus habitantes originales ya expresaron que no planean regresar pese a la disminución de la radiación en el lugar.