Después de su desafortunada actuación en el Gran Premio de la Emilia-Romaña, Sergio Pérez se encuentra entre la espada y la pared.
Al mexicano le falló la estrategia de neumáticos que planteó Red Bull y al finalizar octavo, perdió el subliderato frente a Charles Leclerc, de Ferrari.
Checo llegó a 107 puntos por 113 del monegasco, una diferencia de 6 puntos que podría recortar en los siguientes Grandes Premios, pero, debe de cuidarse de Lando Norris, que también está a 6 unidades de alcanzarlo.
“Sabíamos que iba a ser muy difícil en el neumático duro, pero soñábamos con algún Safety Car o algo que nos regresara a la pelea”.
“Es una pista donde no se puede pasar, donde ya seguir es muy complicado, entonces no había mucho que hacer el día de hoy, creo que nuestro fin de semana se arruinó con la mala calificación y el mal día de ayer”, comentó el tapatío.
Además de su renovación con el equipo de las bebidas energéticas, el tricolor debe preocuparse de la rápida progresión de los bólidos naranja y rojo y mejorar sus actuaciones en las sesiones de calificación.
“Como equipo no fuimos tan competitivos como en otras carreras, así que tenemos que seguir trabajando y mantener el impulso con todo el equipo”, finalizó.