Silvia Olvera
A detalle refirió como trabas para los inversionistas extranjeros el aumento marcado de los costos laborales, que va de la mano de ambiciosas reformas que encarecerán la operación con la reducción de la jornada de 48 a 40 horas a la semana.
“El Gobierno también propone extender la licencia por maternidad y paternidad, y exigir bonificaciones de fin de año (aguinaldo) equivalentes hasta a 30 días de salario.
“El T-MEC, que tiene disposiciones para proteger los derechos de los trabajadores en Norteamérica, es compatible con estos cambios, pero si todas estas medidas se implementan como se propone, BCG proyecta que aumentarán los costos laborales de la industria manufacturera mexicana entre 10 y 20 por ciento”.
La firma global señaló que ese aumento de costos laborales debe medirse en relación con el alza de los mismos en Estados Unidos derivada de los recientes contratos del sindicato automotriz UAW con las llamadas tres grandes armadoras de Detroit, en donde México preservará la ventaja.
Sin embargo, expuso que México padece escasez de trabajadores calificados en sectores clave.
“Las tasas de deserción entre los trabajadores manufactureros se han acercado al 60 por ciento en algunas fábricas a medida que las empresas intensifican la competencia por el talento ofreciendo beneficios como bonificaciones de retención y clínicas de salud, transporte y comidas gratuitas.
“Y las empresas operan cada vez más sus propios programas de capacitación para compensar los planes de estudio limitados en las escuelas mexicanas”, apuntó en su análisis “La dinámica cambiante del nearshoring en México”.
Aunque precisó que el País sigue siendo la mejor opción de producción cercana para muchos fabricantes, sugirió hacer evaluaciones bajo el actual entorno.
“Quienes buscan construir nuevas fábricas deben evaluar cuidadosamente la dinámica. Las crecientes limitaciones laborales, de infraestructura y de acceso al mercado podrían alterar el cálculo que indica qué parte de México es la mejor opción de producción cercana para ciertas industrias y productos, y si puede ser el momento de explorar otros países de la región”.
Dichas decisiones, precisó, deben basarse en un análisis nuevo y holístico que compare la preparación para la fabricación y los riesgos potenciales.
Incluso exhortó a algunos sectores a mirar más allá de México para atender a Estados Unidos, como en el de dispositivos médicos, en el cual es competitivo en Costa Rica y con menor rotación.
“Mire más allá de México hacia América Central y el Caribe. Dados los crecientes costos laborales de México y las incertidumbres sobre el acceso al mercado estadounidense, puede que haya llegado el momento de que algunas empresas también exploren otras opciones cercanas”.
BCG precisó que para el sector automotriz no hay alternativa cercana de bajo costo diferente a México.