Víctor Osorio/ Agencia Reforma
El huracán “Otis” arrasó la zona costera de Acapulco, en donde el 63 por ciento de sus construcciones quedaron inutilizadas.
El impacto del meteoro en todo el puerto con vientos máximos sostenidos de 270 kilómetros por hora, dañó mil 157 kilómetros de calles y caminos y 187 de carreteras primarias y secundarias, así como 98 kilómetros de líneas de electricidad y telefonía.
Imágenes satelitales del sistema Copernicus de la Unión Europea, dibujadas en una serie de mapas que ilustran la gravedad de los daños, dan cuenta, cuadra por cuadra, de los destrozos causados por el huracán categoría 5.
“El huracán inundó calles, arrancó techos de casas y hoteles, sumergió automóviles y cortó las comunicaciones, carreteras y accesos aéreos, dejando un rastro de escombros en Acapulco, una ciudad de casi 900 mil habitantes”, dice el informe del Servicio de Manejo de Emergencias (CEMS, por sus siglas en inglés) de Copernicus.
Conforme su análisis, el ciclón afectó directamente a 580 mil habitantes del municipio guerrerense.
Entre los destrozos en la zona costera, se incluyen 494 hectáreas del Aeropuerto y 8 puentes y pasos elevados.
La zona costera analizada abarca desde el aeropuerto hasta la playa Barra de Coyuca. Más de 4 mil hectáreas de zona habitable que incluye los principales hoteles, condominios, comercios y restaurantes afectados Conforme el informe satelital del sistema de la Unión Europea, mil 438 hectáreas de zona habitable de todo el puerto desaparecieron.
El daño total de áreas habitadas en el puerto sería de 41 por ciento del suelo construido, mientras que el 8 por ciento habría desaparecido totalmente; la costera es la región más devastada.
El informe precisa que sufrieron daños también 59 hectáreas de instalaciones deportivas y recreativas, así como 4 mil 964 hectáreas de bosques, 892 de humedales y 541 de tierra agrícola.
Según las estimaciones del CEMS, 892 hectáreas de Acapulco registraron inundaciones y otras 11 deslaves.
El CEMS, explica su página de internet, utiliza imágenes satelitales y otros datos geoespaciales para proporcionar servicios cartográficos gratuitos en casos de desastres naturales, situaciones de emergencia provocadas por el hombre y crisis humanitarias en todo el mundo.
El Gobierno mexicano reportó ayer 48 fallecidos, 43 en Acapulco y 5 en Coyuca de Benítez. Conforme testimonios recabados por Grupo REFORMA ayer, familias retiraban los cuerpos de sus allegados del Servicio Médico Forense, pero ante la desesperación, la falta de dinero y la imposibilidad de encontrar una carroza fúnebre algunas se llevaron a los muertos en taxi o en carretillas.
Deja ‘Otis’ inservibles a condominios
Tras lograr mantener entre el 80 y hasta el 90 por ciento de ocupación al año, los condominios de Acapulco quedaron inservibles tras el paso del huracán “Otis”, lo que representa pérdidas millonarias para los dueños y administradores de los mismos.
“Tenemos 8 departamentos en renta, hasta ahora sólo sé que dos son pérdida total en La Palapa. Sólo uno está casi intacto y es el único que tenía seguro, todos los demás no.
“Pero tenemos que esperar a saber cómo están los otros departamentos y confiar en que no los saqueen”, narró Miguel Ángel de la Torre, uno de los dueños.
Con angustia, señaló que más allá de lo que tendrá que invertir de su bolsillo para rehabilitar sus propiedades, el mayor temor es el tiempo que tarde en restablecerse la ciudad entera, pues mientras no haya servicios turísticos, restaurantes y tiendas, nadie querrá ir al puerto.
“Nuestra temporada de canadienses va de noviembre a abril, que es la temporada fuerte porque ellos rentan por mes y ahorras mucho en insumos y comisiones. Es la temporada que nos ayuda a recuperarnos de gastos y para pagar mantenimientos anuales”, apuntó.
Además de que el 80 por ciento de los hoteles resultó afectado, dueños de departamentos vacacionales relataron a Reforma que Acapulco ha representado durante años una de las mejores inversiones para adquirir un departamento con el objetivo de rentarlo, pues, a diferencia de otros puntos turísticos como Cancún o Los Cabos, el puerto guerrerense tiene una ocupación constante debido principalmente a su buen clima y conectividad terrestre y aérea.
En tanto, Rafael Ávila, que cuenta con un departamento propio en Acapulco, pero que también administra otras 9 propiedades ahí, coincide en que la mayor preocupación es cuánto tiempo tomará la reconstrucción de la infraestructura de la ciudad y sus atractivos turísticos y centros comerciales.
“En nuestro caso las operaciones las controlamos desde Ciudad de México y debido a la inaccesibilidad para trasladarse a Acapulco, no hemos podido llegar y resguardar lo que queda.
“Los daños en áreas comunes incluyen bardas perimetrales por lo que las viviendas están expuestas y la vigilancia es limitada”, comentó.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en Acapulco, sólo 16 mil viviendas y 20 mil vehículos se encuentran asegurados.
“Los ajustadores de las diferentes compañías aseguradoras ya se encuentran en los alrededores de la región, con el fin de acelerar y evaluar los daños; sin embargo, la labor se ha complicado por la falta de energía eléctrica, telefonía e internet”, aseguró.
Con información de Arely Sánchez.