Nancy Hernández López, presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, señaló que el debilitamiento de los jueces junto con la militarización de los países, son dos razones de la pérdida de democracia en América Latina, esto lo dijo durante su ponencia realizada en el nuevo Palacio de Justicia de Querétaro donde habló sobre los Nuevos estándares en Jurisprudencia Corte IDH.
Durante su discurso, la presidenta de origen costarricense ejemplificó las situaciones de Venezuela y Nicaragua, países de Latinoamérica, que apostaron por debilitar a la independencia de los jueces, puesto que fueron reemplazados por personas que no tenían independencia judicial y que fueron apoyados por los ejecutivos de dichas naciones, lo que generó que este tomara el control.
“La cooptación de los órganos de justicia, en este tema hay dos ejemplos claros en la región que son Venezuela y Nicaragua, empezaron exactamente de la misma manera, debilitando la independencia de los jueces (…) los órganos de judicatura fueron sustituidos por personas que no venían con compromiso de independencia judicial y eso permitió una concentración de poder en la figura del Ejecutivo, del presidente de ambos países”, expresó.
Hernández López argumentó que la pérdida de garantías y de derechos de los ciudadanos de dichos países, además de la falta de seguridad para las inversiones, dejó en la pobreza a gran parte de la ciudadanía debido a la devaluación de sus monedas, así como la colocación de las fuerzas armadas en las calles.
Finalmente, la presidenta de la CIDH aseveró que el narcotráfico es otro de los retos que enfrenta la región en materia de derechos humanos, puesto que los conflictos armados así como la presencia de grupos criminales dentro de los poderes puede generar la pérdida de la garantía de justicia.
“La violencia generada por el crimen organizado se está convirtiendo en un caldo de cultivo para actitudes autoritarias, podríamos perder todas las garantías ciudadanas que han costado más de 400 años construir en la humanidad. Creo que es un mito tener que escoger entre seguridad y libertad para poder resolver estos problemas”, precisó.