LUCERO SANTANA
Yo Lucero Del Medio Día te pido por favor que dediques un momento para leer este mensaje realmente me impresiono porque hace años unas personas muy amadas llegaron con serenata cuando en el momento en que otra persona muy amada iba a cometer un error. Con amor te lo pido y no importa que no lo compartas conque te haga bien a ti es ya un milagro. Un niño se quitó la ropa de acolito después de misa su ropa para el frio y le dijo al padre: OK, padre, estoy listo. El sacerdote, le dijo, Listo ¿para qué? Padre, es hora de ir afuera y repartir nuestros volantes. El padre respondió, Hijo, está muy frío afuera y está lloviznando. El niño miró sorprendido al padre y le dijo, pero Padre, la gente necesita saber de Dios aún en los días lluviosos. El Padre contestó, hijo yo no voy a ir afuera con este tiempo. Con desespero, el monaguillo dijo, Padre, ¿puedo ir yo solo? ¡Por favor! el padre titubeó por un momento y luego dijo, hijo, tú puedes ir. Aquí tienes los volantes, ten cuidado, gracias Padre! Y con esto, el niño se fue debajo de la lluvia. El niño de 11 años caminó todas las calles del pueblo, repartiendo los volantes a las personas que veía. Después de 2 horas caminando bajo la lluvia, con frío y su último volante, se detuvo en una esquina y miró a ver si veía a alguien a quién darle el volante, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces él se viró hacia la primera casa que vio, caminó hasta la puerta del frente, tocó el timbre varias veces y esperó, pero nadie salió. Finalmente el niño se volteó para irse, pero algo lo detuvo, el niño se volteó nuevamente hacia la puerta y comenzó a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos. Él seguía esperando, algo lo aguantaba ahí frente a la puerta. Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta se abrió suavemente. Salió una señora con una mirada muy triste y suavemente le preguntó: ¿Qué puedo hacer por ti, hijo? Con unos ojos radiantes y una sonrisa que le cortaba las palabras, el niño dijo: señora, lo siento si la molesté, pero sólo quiero decirle que…. “DIOS REALMENTE LA AMA” y vine para darle mi último volante, que habla sobre DIOS y SU GRAN AMOR. El niño le dio el volante y se fue. Ella solo dijo: “GRACIAS, HIJO, y que DIOS te bendiga”. El siguiente domingo por la mañana el Padre estaba en el púlpito y cuando comenzó la eucaristía preguntó: ¿Alguien tiene un testimonio o algo que quiera compartir? Suavemente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando empezó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos: Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado aquí, incluso todavía el domingo pasado no era seguidora de Cristo. Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome totalmente sola en este mundo. El domingo pasado fue un día particularmente frío y lluvioso, y también lo fue en mi corazón; ese día llegué al final del camino, ya que no tenía esperanza alguna ni ganas de vivir. Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa, amarré y aseguré bien un extremo de la soga a las vigas del techo; entonces me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello. Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado, estaba a punto de tirarme cuando de repente escuché el sonido fuerte del timbre de la puerta. Entonces pensé, esperaré un minuto y quien quiera que sea se irá. Yo esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez era más insistente, y luego la persona comenzó a golpear la puerta con fuerza. Entonces me pregunté, ¿QUIÉN PODRÁ SER? ¡Jamás nadie toca mi puerta ni vienen a verme! solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta, mientras el timbre seguía sonando cada vez con mayor insistencia. Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos, frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño que jamás había visto. Su sonrisa, ¡ohhh!, ¡nunca podré describirla! Las palabras que salieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida, cuando dijo con voz de querubín: SEÑORA, sólo quiero decirle que DIOS realmente la ama. Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia, cerré mi puerta y leí cada palabra del volante. Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga. Ya no las necesitaría más. Como ven. . . ahora soy una hija feliz de Dios. Como la dirección de la iglesia estaba en la parte de atrás del volante, yo vine personalmente a decirle GRACIAS a ese pequeño ÁNGEL DE DIOS que llegó justo a tiempo y, de hecho, a rescatar mi vida de una eternidad en el infierno. Todos lloraban en la iglesia, el Padre bajó del pulpito hasta la primera banca del frente, donde estaba sentado el pequeño ángel; tomó a su monaguillo en sus brazos y lloró incontrolablemente. Probablemente la iglesia no volvió a tener un momento más glorioso. Reflexión: El camino hacia el amor está siempre abierto, sólo se trata de abrir los poros de nuestras almas para percibir la dirección del camino que conduce al amor de Dios, las señales están en todas partes, en nuestro prójimo, en la naturaleza, en las creaciones de los hombres y en nosotros mismos. ¡Déjate llevar por este camino! Hoy quiero invitarte a sacar fuerzas de donde pareciera que no hay, a volver tu mirada al cielo, a recordar que en otros tiempos también te sentiste mal y siempre hubo una respuesta divina que calmo tú angustia y hoy no será la excepción. Hoy Dios quiere ver en ti la fe que tienes para creer que Él mejorará tu panorama y que pintara un mejor cuadro en tu vida. Hoy Dios quiere que le muestres a tus dificultades el tamaño de tu fe, porque Dios te mostrará a ti a través de una hermosa respuesta el tamaño de su poder. ¡No pierdas la Fe, deposita tu confianza en el señor y no Te rindas! Quisiera que llegara sobre todo al corazón de cada uno, porque es allí donde Dios quiere sembrar esta Buena Nueva: Jesús ha resucitado, hay la esperanza para ti, ya no estás bajo el dominio del pecado, del mal. Ha vencido el amor, ha triunfado la misericordia. La misericordia de Dios siempre vence. ¿Qué significa que Jesús ha resucitado? Significa que el amor de Dios es más fuerte que el mal y la muerte misma, significa que el amor de Dios puede transformar nuestras vidas y hacer florecer esas zonas de desierto que hay en nuestro corazón. Y esto lo puede hacer el amor de Dios. Este mismo amor por el que el Hijo de Dios se ha hecho hombre, y ha ido hasta el fondo por la senda de la humildad y de la entrega de amor a DIOS, este mismo amor misericordioso ha inundado de luz el cuerpo muerto de Jesús, y lo ha transfigurado, lo ha hecho pasar a la vida eterna. Jesús no ha vuelto a su vida anterior, a la vida terrenal, sino que ha entrado en la vida gloriosa de Dios y ha entrado en ella con nuestra humanidad, nos ha abierto a un futuro de esperanza. Así, pues, pidamos a Jesús resucitado, que transforma la muerte en vida, que cambie el odio en amor, la venganza en perdón, la guerra en paz. Sí, Cristo es nuestra paz, Paz a todo el mundo, aún tan dividido por la codicia de quienes buscan fáciles ganancias, herido por el egoísmo que amenaza la vida humana y la familia; Que Jesús Resucitado traiga consuelo a quienes son víctimas de calamidades naturales y nos haga custodios responsables de la creación. En Alegría convertida por la resurrección Hoy rezamos con alegría porque Cristo ha resucitado. Es el día que concentra todo el contenido de nuestra fe. Señor, ¡gracias por habernos dado esta fe! Tú eres nuestra esperanza, nuestra paz, nuestra vida. ¡Aleluya! ¡Acompáñanos en todo momento! Te pedimos que seas vida nueva en todas nuestras actividades, en la familia, con los amigos, en el trabajo, en todas partes. Jesús resucitado, ¡fija tu mirada en todo lo que hacemos! ¡Ilumínanos con tu fuerza pacificadora! Llena de amor nuestras decisiones, nuestras palabras ¡y nuestra capacidad de escuchar al otro! ¡Marca nuestra alegría, Señor, con la sonrisa de la generosidad! ¡Haz que resucitemos contigo, Jesús, renovados con el agua del Bautismo que nos permitió ser hijos de Dios! ¡Ayúdanos a buscarte y a verte en todas las situaciones que se nos presentan cada día! Danos el amor para hacer presente tu resurrección entre quienes no te conocen, entre los que piden signos evidentes o espectaculares, entre aquellas personas que sufren y están abrumadas ¡por la decepción de tener una vida difícil! ¡Pon luz allí donde las carencias materiales y espirituales desafían o comprometen la creencia en tu triunfo sobre la muerte! ¡Gracias por la vida que nos das cuando sales del sepulcro y recuperas la fuerza humana! ¡Gracias por la fe! Envíanos, buen Dios, a predicar tu paz y los detalles de tu amor entre todas las personas que se cruzan con nosotros en nuestro recorrido por la vida! ORACIÓN PARA ESTE GRAN DIA Antes de iniciar mis actividades hago un alto en el camino, me detengo a dialogar contigo, a escuchar tu voz, a consagrar mi día a ti Señor, a ofrecerte cada una de mis actividades. Gracias por permitirme amanecer, por darme la oportunidad de un día más. Señor hoy quiero colocarte en el centro de mi vida, en el centro de mi corazón, pues bien sabes que algunas veces por el activismo, otras por descuido y tristemente otras veces por orgullo, por egoísta, te he ido desplazando, tu espacio se ha ido poco a poco reduciendo. Pero hoy quiero empezar de nuevo, dejar de pensar en mí para volver a poner mis ojos en ti, y hacer todo a través de ti, mi trabajo, mis deberes y obligaciones, que en todo cuanto haga sea para gloria tuya. Dame la gracia de comprender que solo colocándote a ti Señor en el lugar que te corresponde, amándote sobre todas las cosas, todo lo demás se dará por añadidura, pues tú Señor eres la fuente del amor, y amándote a ti entonces seré capaz de amar, servir, perdonar. Señor, estos son mis buenos propósitos, dame la gracia de alcanzarlos. ¡Jesús manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo! Amén. (Pbro. Tavo)
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