Asegura el comerciante Arturo Rueda que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no ha otorgado el permiso para la ampliación de las banquetas y la instalación de una ciclovía a lo largo de Avenida Ezequiel Montes.
Aseguró que si bien la idea fue planteada dentro del proyecto municipal, los dos puntos quedaron pendientes para ser considerados en el futuro. Aseveró que en los próximos días habrá un posicionamiento oficial por parte de la dependencia a nivel federal.
Al informar que se promovió un nuevo amparo contra los puntos referidos del proyecto municipal, Arturo Rueda acotó que “el INAH permitió en el proyecto cambiar una superficie de rodamiento por la ciclovía, que no evite que nosotros como vecinos o comerciantes tengamos dificultades para descargar mercancía o meter tu auto a la cochera”.
Para Arturo Rueda, el hecho de que en el proyecto anterior de parquímetros hubieran delimitado los lugares sobre la avenida y ahora se quieran eliminar los cajones de estacionamiento, resulta incongruente.
Arturo Rueda dijo en entrevista que no están en contra de los ciclistas ni de la movilidad para las personas con capacidades diferentes.
Afirmó que tanto los comerciantes como los residentes se encuentran a favor de la armonización y restauración de los espacios en el Centro Histórico. Exhortó a las autoridades municipales para que manejen con claridad y transparencia la información de interés público y que se eviten malas interpretaciones o confusión.
“Platicamos con el INAH y el proyecto no es precisamente como se ha venido manejando. Yo creo que sería importante que todos los programas y proyectos se manejen con transparencia para que la ciudadanía y los medios nos puedan comunicar las cosas como son”.
Quien encabeza a un grupo de residentes y empresarios de la zona, mostró su preocupación por el hecho de que no se estén realizando los trabajos para cambiar el dren sanitario ni la red de agua potable.
“La gente de la CEA sale a decir que no hay presupuesto. Estamos a la merced de lo que quieran hacer. No estamos para que se tire el recurso. Con los métodos y tecnología que hay para la construcción, la obra puede durar otros 100 años, pero no servirá de nada si luego tienen que volver a destapar para cambiar el drenaje”.
Añadió que tanto la CEA como el Ayuntamiento ya tienen identificados diversos puntos en los que hay fugas de agua potable. Reiteró que su intención no es chocar con las decisiones y proyectos del Municipio.
“Lo que buscamos es que la mayoría de la gente se vea beneficiada con las obras. Incluso podría aumentar la afluencia turística y comercial de la zona pero se deben ejecutar bien los proyectos”.
FERNANDO VENEGAS RAMÍREZ