En plena transición y a unas semanas de que Claudia Sheinbaum, Presidenta electa, rinda protesta en el máximo cargo público de Gobierno, la Iglesiacatólica le hizo un llamado a construir una reconciliación con bases sólidas y a trabajar juntos como País.
“Hacemos un llamado a nuestra Presidenta electa, a su grupo de trabajo, y a todos los políticos electos que pronto tomarán posesión a impulsar durante este periodo de transición el camino para construir una reconciliación con bases sólidas, que ayude a superar los conflictos que nos dividen, fortalecer la unidad nacional y abrir las puertas al diálogo y la escucha mutua. Estamos convencidos que así podremos alcanzar la paz social.
“Invitamos también a los ciudadanos a unirse a este esfuerzo colectivo por la reconciliación, pues la construcción de un País unido requiere la suma de esfuerzos”, expresó.
La Iglesia puntualizó que cuando habla de reconciliación no se refiere a una paz frágil y mucho menos a un abrazo impuesto o a un compromiso que sólo busca tener contentos a grupos que piensan diferente, ya que una reconciliación que tenga estas bases individualistas y con intereses parciales corre el riesgo de romperse rápidamente.
“El camino a la reconciliación no significa decidir por el otro, y tampoco encasillar a todos en esquemas preestablecidos; no es una lucha de buenos contra malos o un enfrentamiento de ideologías. Significa aprender a caminar juntos”, precisó la Iglesia por medio de su editorial Desde la Fe.
Abundó que es necesaria la reconciliación con hechos que han dolido y han causado sufrimiento, con la memoria herida y las injusticias sufridas.
“Hablamos de reunirnos para renovarnos y crecer juntos. Encontrarnos en ese lugar donde se deja de pensar egoísta e individualmente para reconocernos hermanos mirándonos a los ojos, abrazando nuestras historias y diferencias”, agregó.
A inicios de junio, tras su triunfo el 2 de junio en las elecciones, la Iglesia católica mexicana compartió un decálogo de propuestas a la próxima presidenta de México, que, aseguró, servirán como planteamientos importantes para la toma de las primeras decisiones de su Gobierno.
Mientras que a principios de marzo, Sheinbaum firmó el Compromiso por la Paz, impulsado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), aunque mostró diferencias respecto de algunos aspectos polémicos ya no compartió la evaluación “pesimista” de la Iglesia del momento actual en México.
“Tampoco coincido con la visión de que prevalecen el miedo, la impotencia, la desconfianza y la incertidumbre”, añadió, al rechazar las afirmaciones que catalogan de “insuficientes” las estrategias de seguridad en México.