Durante su participación en el 5° Foro para la Implementación de la Semana Laboral de 40 Horas, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (CANACOPE) de Querétaro, Eduardo Chávez Hidalgo, expresó la preocupación del sector terciario ante la reforma que propone reducir la jornada laboral en México. Aclaró desde el inicio que el organismo no está en contra del bienestar laboral, sino que defiende “el bienestar sostenible, el desarrollo con equilibrio y una legislación construida con quienes sí cumplen, no contra ellos”.
Chávez Hidalgo reiteró que esta reducción, incluso con esquemas de gradualidad, no es viable para el comercio, los servicios y el turismo, sectores que operan bajo condiciones estructurales distintas a la industria. “A diferencia de sectores industriales con procesos medibles por hora trabajada o producción automatizada, el comercio, los servicios y el turismo dependen del flujo constante de consumidores, de horarios extendidos y de atención al público durante fines de semana, días festivos y horarios nocturnos”, señaló.
El presidente de CANACOPE subrayó que el sector terciario representa el 71.2 por ciento del empleo formal en el país, con más de 33 millones de trabajadores, y en Querétaro concentra el 72.1 por ciento del empleo formal. Afirmó que la cámara que encabeza agrupa a más de 30 mil socios afiliados, todos ellos micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs). “Es importante establecer que hoy por hoy no se puede aplicar la misma lógica de reducción a la jornada laboral, a quien depende del contacto directo con el cliente, ya sea en una tienda familiar o en una cadena nacional de autoservicio”, advirtió.
También alertó sobre las posibles consecuencias negativas de una reforma mal implementada: “Una reforma sin realismo operativo ni diálogo territorial solo genera más informalidad, menor productividad y mayor incertidumbre para millones de negocios cumplidos”. En este sentido, recordó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda que las reformas laborales se hagan con base en condiciones económicas y de productividad específicas, como ocurrió en países como España y Alemania.
Entre las propuestas que planteó CANACOPE Querétaro para mitigar el impacto de la reforma están cinco ejes: simplificación administrativa digital, incentivos fiscales, apoyos financieros para digitalización, fortalecimiento del comercio local y la creación de un observatorio de transición laboral. “Hemos de considerar que el crédito fiscal anual por contratación adicional o por reorganización productiva representa una solución viable para absorber el impacto financiero que genera la reducción de jornada, permitiendo a las micro, pequeñas y medianas empresas, adaptarse sin sacrificar eficiencia ni cerrar operaciones”, afirmó.
Asimismo, propuso establecer mesas técnicas regionales que permitan un diálogo entre autoridades, empresarios, sindicatos y academia, para emitir reportes trimestrales y ajustes metodológicos. También planteó la necesidad de un mecanismo especial que proteja a las micro y pequeñas empresas de litigios laborales durante la transición. “Consideramos importante que durante el proceso de transición hacia la jornada laboral de 40 horas, se establezca un mecanismo especial que evite que las micro y pequeñas empresas sean víctimas de litigios malintencionados que aprovechen el cambio normativo”, dijo, al proponer la creación de una Ventanilla de Transición Laboral Justa y Ética.
En su posicionamiento, Chávez Hidalgo también sugirió diseñar un Censo Estatal de Personas Jubiladas, para conocer su situación actual y permitir su reinserción laboral parcial o su participación como mentores, además de fortalecer programas de salud ocupacional y seguridad social.
A pesar de las preocupaciones expresadas, el líder empresarial concluyó que, de hacerse bien, la reforma podría traer beneficios tanto al sector empresarial como al laboral y a la economía en general, siempre y cuando se tomen en cuenta las particularidades del sector terciario mexicano.








