Aunque la peregrinación anual organizada por la Diócesis de Querétaro moviliza a decenas de miles de personas, su impacto económico sobre el sector empresarial es moderado, con afectaciones temporales en la operación de algunos negocios y beneficios limitados a ciertos giros, reconoció René Loya Poletti, presidente interino de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) en Querétaro.
“Las peregrinaciones organizadas por la Diócesis de Querétaro son actividades religiosas voluntarias, sin fines de lucro, por lo que no implican costos directos para las empresas”, explicó el representante empresarial, quien asume la dirigencia en representación de la presidenta Lorena Muñoz Altamira.
Loya Poletti señaló que si bien algunas empresas pueden elegir apoyar estas manifestaciones con transporte o donaciones, lo hacen de manera voluntaria. Sin embargo, reconoció que existe un costo económico indirecto derivado de la ausencia de trabajadores que participan como peregrinos, ya sea al faltar o al tomar vacaciones durante los días del trayecto.
En términos de beneficios, el dirigente de la CANACO detalló que son pocos los giros que se ven favorecidos económicamente, como las tiendas de conveniencia. “Las caravanas de peregrinos llevan los viáticos para los y las participantes”, indicó. Aun así, señaló que algunos negocios y empresas ubicados sobre la Carretera federal 57 han experimentado afectaciones temporales durante el paso de los contingentes, al no poder recibir clientes o acceder al lugar de trabajo por lapsos de hasta una hora.
Respecto al volumen de participación, Loya Poletti indicó que este año, en la edición 2025, se registraron aproximadamente 25 mil mujeres en la columna femenil, organizadas en cerca de 178 grupos provenientes de municipios como Querétaro, Corregidora, El Marqués, Huimilpan y la Sierra Gorda. Al sumar la participación de hombres, ciclistas y otros grupos, el número total de peregrinos podría alcanzar hasta 70 mil personas.
El impacto económico de este fenómeno, aclaró, no se refleja en sectores específicos. “Las participantes no están vinculadas de manera formal a sectores económicos. La peregrinación es una experiencia espiritual y comunitaria organizada por parroquias y la Diócesis de Querétaro. No se identifican sectores laborales predominantes, ya que las peregrinas representan una diversidad de oficios, profesiones y contextos familiares”, concluyó.








