Por la pandemia del COVID-19 y la crisis económica que predomina, han cerrado alrededor de cuatro librerías, principalmente de las ubicadas en el primer cuadro de la ciudad, señaló el presidente de la Asociación de Libreros de Querétaro y vicepresidente de la Alianza por el Centro Histórico, Ricardo Rabell Dávalos.
El empresario estimó que otros tres establecimientos se encuentran en situación crítica, evaluando si continúan o cierran sus puertas de manera definitiva; de 22 que se contabilizan en la entidad.
“Desafortunadamente han cerrado ya algunas librerías, que no han aguantado la cuestión económica. Tenemos cuatro que han cerrado. Sabemos que la lectura en México no es primordial, y tanto así fue que no lo decretaron como de primera necesidad. Estas librerías ya no volvieron a abrir; son pocas las que hay y se están viniendo a menos”, lamentó.
De las que han sido afectadas, comentó que dos se encuentran en el Centro Histórico, una más en el municipio de Corregidora y otra se ubicaba en la colonia Milenio III. Asimismo, detalló que dos más del centro están “indecisas”.
Rabell Dávalos puntualizó que esta contingencia sanitaria les ha disminuido entre un 80 y 90 por ciento las ventas; lo cual dijo, no es suficiente para garantizar la supervivencia de estos espacios culturales, ya que el peso más fuerte es el pago de rentas.
Otra situación que afecta a este sector es la piratería de libros, principalmente ofertados en redes sociales y mismos que son replicados de forma virtual sin pagar derechos de autor.
Ante este escenario, Ricardo Rabell subrayó que gestionarán apoyos con las autoridades. Reconoció que muchos han optado por hacer ventas y festivales de libros de forma virtual y en redes sociales, representando las ventas por esta vía en un 50 por ciento.
“Generalmente lo estamos haciendo por redes sociales. No tanto hacerlo en línea porque no tenemos la infraestructura para poder llevar una página y poder llevar ahí. Se ha incrementado más del 100 por ciento de lo que estábamos haciendo antes, porque no teníamos este servicio. De mi venta global, casi un 50 por ciento lo estoy haciendo por redes sociales”, relató.
Además, se sumó a la petición general de los comercios del Centro Histórico a las autoridades, en materia de ampliación de horarios; pues actualmente las librerías cierran a las 5 de la tarde; y aunque no cierran los domingos, no hay mucha afluencia de visitantes en el primer cuadro de la ciudad.