El Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció este martes una pausa en la relación entre el Gobierno de México y las embajadas de Estados Unidos y Canadá, en respuesta a las críticas que lanzaron contra la reforma al Poder Judicial que se discute en el Congreso mexicano.
El Jefe del Ejecutivo arremetió contra el Embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, quien aseguró que los cambios a la Constitución podrían poner en riesgo la democracia, la relación bilateral en materia comercial y hasta permitir la infiltración del narcotráfico.
En conferencia de prensa, el Mandatario mexicano advirtió que es necesario leerle la cartilla al representante diplomático estadounidense, aunque sin llegar al extremo de pedirle que abandone el País.
Sobre la Embajada de Canadá, consideró que es de pena ajena que se comporte como si fuera un estado asociado más de la Unión Americana.
“Esto no es un asunto de pleito, de enemistades, pero ¿cómo le vamos a permitir que él (embajador) opine que está mal lo que estamos haciendo? No vamos a decirle que abandone el País, eso no, pero si le tenemos que leer la Constitución, que es como leerle la cartilla”, soltó.
“¿Cómo es la relación con el Embajador de Estados Unidos?”, se le preguntó.
“Es buena, pero está en pausa”, respondió.
“¿Desde cuándo?”
“Desde que declaró eso”, contestó.
“¿La semana pasada?”
“Sí”, confirmó.
“¿Pausar significa que ya no puede venir (a Palacio Nacional)?”, se le insistió.
“Pausar significa que vamos a darnos nuestro tiempo porque, qué casualidad que al mismo tiempo que se pronuncian en México, a través de la Embajada, lo hacen los canadienses que también. Es de pena ajena, con todo respeto, al Gobierno de Canadá, o sea parece, estado asociado, juntos”, respondió.
Aunque dejó en claro que la relación bilateral con ambas naciones continuará con normalidad, el Jefe del Estado acusó a los gobiernos de Estados Unidos y Canadá de mostrar una actitud injerencista, por involucrarse en la discusión de carácter interno.
“Es que ellos quisieran tener injerencia en asuntos que solo corresponden a los mexicanos”, señaló.
“Usted dice que no es del Embajador, ¿de quién es la injerencia?”, se le insistió.
“Es del Departamento de Estado”, aseguró.
“¿Y la pausa es con el embajador o en la relación bilateral?”, se le volvió a preguntar.
“No, la relación continúa, pero ojalá y haya, de parte de ellos, una ratificación de que van a ser respetuosos de la independencia de México y la soberanía de nuestro País.
“¿Qué lo digan?”
“Sí, pero mientras no haya eso y sigan con esa política, pues hay pausa con la Embajada”, añadió.
“¿Con la de Canadá también?”
“Si, también, claro, claro, tienen que aprender a respetar la soberanía de México, no es cualquier cosa, porque nosotros no vamos a darles consejos allá ni a decirles que está bien y que está mal. Nosotros queremos que sean respetuosos, que haya una relación recíproca en respeto a la soberanía”, sostuvo.
El pasado jueves, tras las críticas del Embajador de Estados Unidos a la Reforma Judicial, la Cancillería mexicana envió una nota diplomática con un profundo extrañamiento, por la burda actitud injerencista.
En respuesta, Salazar publicó un mensaje en redes sociales con un llamado al diálogo, en el que propuso intercambiar experiencias sobre las implicaciones de someter a los jueces al voto directo en las urnas.
Casi al cierre de su mañanera, López Obrador advirtió que, mientras él se encuentre en el poder, México mantendrá su posición en contra de la injerencia extranjera.
“Mejor vamos a esperar que pase el tiempo, si no hay respeto, mientras yo esté aquí no vamos a permitir ninguna violación a nuestra soberanía. Ya me voy a ir, ya faltan 30 días.