VISIÓN POLÍTICA
La sociedad se encuentra acostumbrada a observar a una “Primera Dama” compasiva, flexible, altruista, tomándose la foto con niños y niñas, con la gente más vulnerable sonriendo (es lo que hemos visto durante años) en la televisión, revistas, periódicos, Internet. El estigma que tenemos como mujeres es este. Desde niñas la sociedad recalca que la mujer debe estar en casa, cocinando, realizando las tareas del hogar, ser empáticas cuidar a los hijos y al hombre lo enseñan a proveer y es válido, hay mujeres que aman estar en su casa así como hombres que son muy hogareños y féminas proveedoras, aquí lo importante es sentirte feliz con lo que sientes y haces. Es esa congruencia que nos debe caracterizar como seres individuales. A la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller sin duda le apasionan otro tipo de temas, es una mujer escritora, catedrática, lectora, madre de familia y eso la hace sentir bien. La pregunta es… ¿por qué nos molesta salirnos de esa imagen de mujer perfecta, esposa del Presidente de la República?, porque así nos educaron y es un problema generacional. Con esto viene a mi mente una anécdota que me gustaría platicar.
Hace un par de años, conocí a una familia en donde la hija adolescente amaba jugar futbol americano. Yo recuerdo que los padres le decían que no se dedicara a eso, pues era un deporte de hombres. Ella poco a poco fue dejando el tema por la falta de apoyo por parte de sus progenitores. Yo quisiera ver en este tiempo, ya muchos años después, lo que sería de ella si hubiera seguido su pasión y tener el apoyo y respaldo de sus padres. Y es que nos dicen que el deporte es para hombres y el ballet es para mujeres. Que el azul es para niños y el rosa para niñas. Que los carritos son para varones y las muñecas para nenas y crecemos con ese chip integrado.
Un ejemplo: mi hijo de 5 años ama cocinar. Desde muy chico comencé a observar ciertas actitudes en donde partir una zanahoria, ayudarlo a preparar el desayuno, pelar unas papas lo ponía completamente feliz. El hace sus hot cakes (con ayuda) y lava los trastes. Si yo, desde ahora que es un niño le comentara: “¡No hijo!, cocinar es solo para mujeres! tal vez inhibiría en él una habilidad que ha desarrollado y le gusta, sin embargo; trato de poner todas las herramientas a su alcance y el verlo feliz me satisface completamente como mamá. No se lo que le depare la vida o el futuro, pero si algún día me dice que quiere ser Chef, lo apoyaría con todo mi ser.
A miles de personas se les cortan los sueños simplemente por ese pensamiento complejo que aún se encuentra latente. Ese conservadurismo, no quiero decir que sea malo, pero se ha usado a veces de manera incorrecta (según mi criterio), ha lacerado a la gente de una cierta manera. Creo que la diversidad, el respeto y la tolerancia hacía los demás es base fundamental para vivir en armonía.
No es un artículo motivacional ni mucho menos, solo quisiera expresar mi sentir de tal manera en que hombres y mujeres somos seres humanos, principalmente, con sueños y metas y el cortar las alas por un asunto de engendramiento de ideas mentales desde el pasado coexiste en sabernos distinguir como personas de sentido mas abierto a próximas generaciones. Lo que instruyamos en nuestros hijos hoy, serán los frutos del mañana.