El papa Francisco celebró la misa de la Jornada de la Mundial de la Juventud (JMJ) ante un millón y medio de jóvenes que habían pasado toda la noche en el parque Tejo de Lisboa y a ellos les pidió que “no tengan miedo” que “ellos son el futuro”.
Como ocurrió el sábado, Francisco volvió a recorrer con el papamóvil las 100 hectáreas del parque Tejo para saludar a los jóvenes que mostraron todo su entusiasmo a pesar el cansancio por haber estado desde este sábado acampados aguantando el calor y la polvareda.
Después se guardó silencio y comenzó la misa que fue celebrada por el patriarca de Lisboa, el cardenal Manuel Clemente. Había presentes 30, cardenales, 700 obispos y 10 mil sacerdotes, mientras que el papa participaba en algunos momentos debido a sus problemas de rodilla que le impiden caminar y leyó la homilía enfocada en los desafíos para los jóvenes.
“Amigos, también nosotros necesitamos algún destello de luz para afrontar la oscuridad de la noche, los desafíos de la vida, los miedos que nos asaltan, las tinieblas que frecuentemente vemos a nuestro alrededor. El Evangelio nos revela que esta luz tiene un nombre. Sí, esta luz, que ha venido a iluminar el mundo, es Jesús”, dijo el papa en la misa con que concluyen los actos de las JMJ.
A los jóvenes que” cultivan sueños grandes pero frecuentemente ofuscados por el temor de no verlos realizarse; a ustedes, jóvenes, que a veces piensan que no serán capaces; a ustedes, jóvenes, tentados en este tiempo por el desánimo, por juzgarse fracasados”, el papa les dijo: “No tengan miedo”.
Francisco recordó las palabras del papa san Juan Pablo II en su primera JMJ: “Son los jóvenes, que la Iglesia y el mundo necesitan como la tierra necesita la lluvia; a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús les dice: ‘No tengan miedo’”.